Ruben Studdard: Doctores tiene la iglesia

Fue Gladys Knight quien, como jurado invitado de la segunda edición de American Idol, bautizó a Ruben Studdard con el apodo "Velvet Teddy Bear". En efecto, se asemejaba a un oso de peluche por su oronda figura y su delicada voz... acabaría ganando el concurso finalmente.

Han transcurrido ya seis años de todo aquello y Hickory Records (es decir, Sony) ha editado recientemente Love IS, el cuarto álbum ya de una trayectoria artística que se ha caracterizado por la ausencia de un criterio firme y reconocible. Ruben es un cantante de calidad, el supuesto heredero del gran Luther Vandross, pero su carrera no ha conseguido despuntar hasta el momento, obstaculizada por elecciones inadecuadas además de una supuesta falta de personalidad y carisma del artista. Cada nuevo trabajo se ha diseñado como respuesta al fracaso -cada vez mayor- del álbum anterior, si exceptuamos su álbum de debut. Así es, se ha movido siempre en clave rnb pero con inclinaciones hacia el pop de su primer álbum (casi dos millones de copias), oscilando hacia el gospel en su segundo disco (no superó el medio millón) o hacia el sonido más urban/¿Sexy? de su olvidable tercera entrega (no alcanzó las 250.000 copias)

En su último trabajo, una vez más, no alcanza todo su potencial. En esta ocasión se ha recurrido a la labor de producción del exitoso tandem compuesto por Jimmy Jam y Terry Lewis dispuestos a resolver el enigma que supone definir el estilo más adecuado para el artista. Han optado por una colección de baladas a medio camino entre el quiet storm y la música adulta pop; por lo tanto, más alejado de los estándares del rnb actual (excepto en el track "Don't Make Em"). Los temas originales son en general de suficiente calidad permitiendo un mayor lucimiento del artista, las versiones han sido innecesarias y fallidas. Su carrera no ha estado a la altura de las expectativas creadas en torno a él cuando ganó la edición de American Idol del año 2003. Posee un estilo demasiado anticuado para el rnb contemporáneo y, al mismo tiempo, carece de la sensualidad necesaria para ser un buen baladista del soul (slow jam), después de todo un osito de peluche es tierno, pero no suele resultar sexy. Difícil tesitura, tiene un claro problema de encaje y tras seis años de carrera artística aún se encuentra nadando entre dos aguas buscando su orilla en el mercado de la música negra. Resulta complicado saber hacia donde ir, esperemos que doctores tenga la iglesia (léase manager, productores o casas discográficas) y encuentren pronto la dirección adecuada antes de que su tiempo se agote para siempre.

1 comentarios :

Juslisen: dijo...

Pues es una lástima pq para los que seguimos más o menos lo que sale de la factorñia American Idol, teníamos buenas expectativas.

Creo que me quedé en el primero, que si no recuerdo mal había una colabo con FatJoe, pero poco más.

La verdad es que es complicado imponer tus reglas cuando sales de una factoría así, pero tras cuatro álbums ya comienza a ser un problema de todos. Fijémonos en Melinda Doolitle por ejemplo, todo lo contrario.

Saludos!

 
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