The Sweet Vandals - A este lado del Atlántico

Después de su soprendente primer álbum y de un número significativo de exitosos conciertos por toda Europa compartiendo cartel con los más grandes, este grupo español (si, habéis leído bien) vuelven con su esperado segundo trabajo Lovelite. Al parecer el título hace referencia a un club en Berlín, donde conocieron a Henry Storch, el productor que les ha permitido lanzar su carrera discográfica con el prestigioso sello Unique Records.

No han acusado en exceso la elegante salida del grupo de su fundador Carlo Coupé y mantienen esas dosis de deep funk de los setenta que alternan con mayores dosis de soul de los sesenta. Nos proponen ese sonido retro de la banda con su tremenda sección de metales, las líneas de bajo pegadizas y la contundente batería; pero sobre todo destacan sobremanera el caracterísitico sonido del órgano Hammond y, cómo no, la voz abrasadora de Mayka Edjole, auténticas cartas de presentación del grupo. Representan pues ese sonido áspero y cálido al mismo tiempo, conformando una pieza musical de profundo soul-funk negro con ese toque groove tan atractivo. Grabado utilizando técnicas exclusivamente analógicas, con la sección rítmica en directo y sin ordenadores por medio, a la antigua usanza y en sus propios estudios. Mezclado y producido por el propio grupo, hasta la portada del disco ha sido diseñada por ellos mismos.

Aunque la banda tiene su origen hace cuatro años en Madrid y se han instalado profesionalmente en Alemania, venden sobre todo en el mercado francés (y en el resto de Europa). Una prueba más de la globalización y de que el lenguaje de la música es universal. Con un álbum de tanta calidad, con su deep funk y sus cada vez mayores dosis de soul genuninas podemos apostar a que, al menos a este lado del Atlántico seguiremos oyendo hablar de ellos, y muy bien, en los próximos años.

Joss Stone - Un grito de libertad

Con sólo 16 años irrumpió en la escena musical del año 2003 desafiando el dominio que exhibía la cultura pop o el hip hop entre la juventud. En verdad, sólo era una cantante títere a la que la industria discográfica le había etiquetado con un sonido soul clásico adulto, impropio de su edad y color.

La chica tenía una bella voz, pero carecía de la emoción que los buenos artistas de soul ponen en su trabajo. Al principio, reinterpretó los temas de siempre (Soul Sessions), para más adelante trabajar con sus propias composiciones (Mind, Body & Soul). Finalmente trató de emanciparse (parafraseando aquel disco de Mariah Carey) para expresarse con mayor libertad creativa en su anterior trabajo Introducing Joss Stone, toda una declaración de rebelión como artista. Dos años más tarde nos llegó "Free Me" -el primer single adelanto de su nuevo trabajo Colour Me Free- en el que esta bella inglesa se declara -sobre una línea funky de bajo elegante- libre del control de los demás y trazando su propio rumbo como artista. No sólo la letra del single revela sus intenciones sino que incluso la portada del disco pretende ilustrar el reciente pasado de Joss presentándola como una maniquí sin color, encorsetada en una pequeña jaula y privada de libertad.

En plena definición como artista y clamando por su independencia artística el álbum se grabó realmente a principios del año 2008 (sus continuos conflictos con el sello EMI han provocado tamaño retraso en el lanzamiento del disco), con un grupo de músicos al estilo de una jam session, lo que le confiere ese aire de crudeza y autenticidad al sonido. Son 12 temas cálidos y vitales que van desde el soul vintage de los años 60 al RnB contemporáneo, incluyendo temas con ritmo, algunos tintes de funk y sensuales baladas. Hay hasta cinco temas (de los 12 en total) en los que colaboran distintos artistas que se incorporan sin sacrificar el sonido general del álbum, la rica y poderosa voz de Joss mantiene todo unido y coherente... En definitiva, en su cuarto trabajo, Joss se muestra más madura y avanza en su definición como artista, mejorando en sus habilidades creativas y compositoras. Con solo 22 años, ella se muestra poderosa y vulnerable, elegante y sexy, rebelde y pura al mismo tiempo. Todavía le queda camino por recorrer, pero aún es joven, y aunque no sea el mejor disco de música negra que he oído este año, nos demuestra que su indiscutible talento es una verdadera joya para la industria musical.

Fred Hammond - Como volver a la casa del padre

Justo cuando el público amante del gospel pensaba que el artista de Detroit no era capaz de expresar de mejor manera su amor hacia Dios, el sello Verity les sorprende con la edición de su demicotercer disco lleno de tesoros, de grandes canciones espirituales.

En Love Unstopppable nos deleita con su voz de tenor alto, su famoso fraseo, sus cambios de acorde al estilo jazz que se aplican en alegres canciones uptempo con las que se alaba, se exalta lo más íntimo del artista y del propio oyente, tal y como lo viene haciendo en los últimos 30 años. En efecto, desde sus días como líder del proyecto Commissioned en la década de los ochenta, Fred Hammond se ha convertido en uno de los artistas más codiciados de la música gospel. Su voz ungida de espiritualidad y letras intemporales de sus canciones están detrás de auténticos himnos del gospel que llevan su firma, así como de la obtención de innumerables premios Stellar, Dove y Grammy. Bautizado por sus incondicionales como el "Architect of Urban Praise and Worship", no le es suficiente con cantar: además es compositor, productor, multiinstrumentista y es dueño de su propio sello discográfico.

A través de sus 15 tracks, grabados la mayor parte en vivo -algo muy del gusto del género gospel- usando un concepto o técnica que él mismo denomina Warehouse Worship, el disco muestra el camino por donde debe de transitar la música gospel. Acertada mezcla de esos temas típicos alegres llenos de ritmo ("Awesome God" (influencias funky), "Nobody Like You Lord", "They That Wait" (con John P Kee) o "Happy"), junto con baladas de mayor remanso rítmico y estribillos suaves ("You're Good", "Lost in You Again" o "Thoughts Of Love") incluso con temas con cierto encanto blues como "Take My Hand". En definitiva, su último trabajo nos muestra con claridad porqué Fred se sitúa actualmente en el escalafón más alto del género gospel. Exhibe su talento como director de orquesta, compositor y cantante, nos regala una excepcional mezcla de explosivos temas corales gospel y baladas delicadas. Es difícil no sonreír, moverse, aplaudir o simplemente sentirse bien al escuchar sus letras y armonías vocales, más allá de las convicciones religiosas de cada cual. Os confieso, que el gospel me atrae hasta cierto punto no por su fervor espiritual sino porque contiene el germen de la música soul; es como si cada vez que lo escuchas volvieras a la casa del padre, a los inicios, al origen de todo... mi experiencia es más terrenal, más mundana y para nada religiosa.

N'Dambi - ¿El resurgir del neo-soul?

Reconozco que cuando puse este cd en mi reproductor, ya tenía colocado institivamente mi dedo índice cerca de la tecla de avance rápido anticipando lo que inevitablemente me sucede con tantas y tantas otras novedades... Y ello a pesar de que aún recordaba como un auténtico flechazo musical la primera vez que escuché la voz de esta artista en su magnífico disco Tunin' Up & Cosignin' (2001). Había trabajado con la mismísima Erykah Badu y sus vibrantes interpretaciones en directo le otorgaban un cierto crédito entre los los aficionados a la música negra independiente.

Ahora ha editado Pink Elephant, su cuarto disco, aunque el primero con un sello discográfico no independiente, concretamente con el legendario Stax Records, rejuvenecido de un tiempo a esta parte. Para esta puesta de largo como artista ha contado con el apoyo del afamado y reputado productor León Sylvers III. Se ha optado por darle todo el protagonismo a la voz de la artista sobre una base musical muy contundente que descansa sobre la base rítmica que procuran la batería y el bajo, con el apoyo ocasional de sintetizadores o de una guitarra eléctrica. Desde el primer momento el ritmo funky de la primera canción, "L.I.E", y la sensual voz de la artista de Dallas traspasaron los auriculares hasta llegar a mi pobre espíritu. Me apresuré entonces a anotar este tema en mi bloc de notas y, a medida que continuaba moviéndo mi cabeza al ritmo del siguiente tema "What It takes" ya había cerrado los ojos, con la pluma en mi regazo, chasqueando los dedos y moviéndome al ritmo. A partir de ese momento frente a mí se alternaron el sonido hip-hop de los ochenta de "Nobody Jones", el funk melódico de la vieja escuela en "Daisy Chain", las influencias del blues en "Imitator" o la balada jazzy "The One".

Con un sonido orgánico heredero del rnb y el soul más clásico, con momentos más brillantes que otros, lo que hace tan especial este disco es esa garganta bendecida con su maravilloso y potente contraalto que convierte en toda una experiencia oirla cantar. Pink Elephant puede suponer el necesario resurgir del movimiento neo-soul, que parece haber desaparecido tan pronto como surgió. Esta vocalista, compositora y pianista excepcional exhibe talento, arte, carisma, honestidad y creatividad profesional inusual en esta época, lo que le asegura una contribución fundamental a la música negra en los próximos años. Ah! se me olvidaba, en este caso el dedo nunca llegó a pulsar el botón de avance...

The Revelations feat. Tre Williams - Un flechazo a la primera nota

Esperaba ansioso, como un niño su regalo de cumpleaños, poder disfrutar del primer trabajo de este grupo de Brooklyn. Su excelente debut el año pasado con el EP Deep Soul hacía presagiar lo mejor: grandes temas, dosis de blues y soul de la vieja escuela, con un sonido musculoso gracias a la sección de metales, ese toque bluesy de la guitarra y esa voz poderosa, medio ronca de Tre Williams deudora de los grandes vocalistas de los años setenta.

De la mano del productor Bob Perry han añadido otras ocho canciones a las siete del EP pero manteniendo en todo momento ese sonido atemporal funky deep soul enraizado en el sonido clásico sureño de Hi Records -del que me confieso un admirador irredento- pero actualizado valientemente para mostrarse fresco y natural. El único pero es que quince canciones quizás se muestren excesivas, las siete originales eran magníficas, tres o cuatro más se hubiera sido una opción más realista para el álbum teniendo en cuenta que no todos los temas nuevos mantienen el nivel.

Liderados por Tre Williams y su conmovedora voz plena de soulful, y Rell un veterano cantante del famoso sello dedicado al hip hop Roc-a-fella, que ha trabajado con artistas notables como Jay-Z, Mary J. Blige, Kanye West o Usher, quien comparte con Tre responsabilidades de composición y a nivel vocal. Por su parte la banda de músicos neoyorkina que ha trabajado con Wyclef Jean, Lauryn Hill o Erykah Badu entre otros, han hecho un gran trabajo con una sobresaliente sección de metales y una eficaz sección rítmica. Todo ello explicaría que aunque el sonido sea decididamente retro, su imagen es al mismo tiempo decididamente contemporánea, es un sonido clásico pero para nada mohoso. The Bleeding Edge (Decision Records/Traffic Entertainment) promete convertirse en una de las sensaciones de este año y quién sabe, si un disco clásico en el futuro. Con un vocalista barítono gruñendo, con esa instrumentación orgánica que me deleita y melodías eternas que es lo que espera un amante de la música soul de siempre. Su cantante Tre Williams es toda una fuerza de la naturaleza, con su voz mágica me recuerda en su estilo a David Ruffin -y no se si me ciega la pasión- pero es una de esas voces que pueden revolucionar el panorama de la musica soul tal y como lo hicieran en su día Teddy Pendergrass o Luther Vandross. Con él se recupera la voz profunda, llena de testoterona y un tanto agresiva del soul sureño de siempre hasta ahora solo mantenida con cierta fortaleza y credibilidad por unos pocos como Jaheim ¿Qué más os puedo decir? Ha sido un flechazo a la primera nota...

An All Star Tribute To Maze - ¿Hay quién de más?

Cuando a mediados de la década de los setenta hicieron su debut con Capitol de la mano de Marvin Gaye, como tantos otros transitaron desde el doo wop y el soul hacia el funk (y posteriormente al urban en la década de los ochenta) aunque se mantuvieron a contracorriente de grupos legendarios como Earth, Wind & Fire.

En efecto, Maze featuring Frankie Beverly abrieron su propio camino musical, apostando por los riffs de sintetizador y de guitarra rock, sin apenas rastro de ritmos latinos o de reggae, creando un sonido único e inmediatamente reconocible, más próximo al sonido filadelfia. Todo ello complementado por letras espirituales y dulces, además de por la voz carismática, plena de soulful y de pasión del vocalista, guitarrista, fundador, productor y compositor del grupo, Frankie. Aunque su época de mayor éxito terminó en la década de los ochenta, aún siguen actuando en directo -la banda siempre ha tenido la reputación de ser uno de los mejores grupos en vivo de la música soul-. Además el mundo del rap ha prestado atención a sus grabaciones utilizadas como samples por los hip-hoperos... Ahora les ha llegado el tiempo del tributo, de un homenaje merecido. Ha sido Anthony Beverly, el propio hijo de Frankie, quien ha impulsado el proyecto. En efecto, se acaba de editar un disco recopilatorio con diez de los mayores éxitos del grupo, interpretados por una pléyade de estrellas: Mary J. Blige, Musiq Soulchild, Ledisi, Kem, Mint Condition, Joe, Raheem DeVaughn, Kevon Edmonds, Avant, Sisters Clark con J. Moss y Kierra Sheard.

Rex Rideout (pocas veces he tenido tanta admiración por un productor) y el propio Anthony se han encargado de la producción del disco (excepto el tema "I Wanna Thank You" obra de Donald Lawrence). Además de presentarnos un sonido fiel al original, aunque lógicamente actualizado, han conseguido mantener casi intacto el espítitu y el mensaje del original, siendo lo suficientemente hábiles como para permitir, al mismo tiempo, que cada vocalista pudiera expresar todo su talento con su propio estilo. Como tributo a los logros de este grupo (que incluye 30 éxitos, doce álbumes y más de cuarenta años en la industria de la música) el equipo de producción ha construido un estupendo disco junto a algunas de las voces más innovadoras que han dado forma al rnb, jazz y gospel en las últimas décadas. Quien aprecie la buena música, sea o no seguidor de Maze, no puede obviar este gran disco: sólidas composiciones, grandes voces, maravillosa producción... No hay lugar para la decepción ¿Hay quién de más?.

George Benson - Nadando entre dos aguas

Mucha gente identifica el smooth jazz como un género exclusivamente instrumental y está convencida de que si estás buscando un buen álbum de este género debes buscarlo en el hilo musical de un ascensor o quizá en la sala de espera de la consulta de un dentista.

Songs and Stories, el último álbum de este maravilloso artista, puede ser un buen comienzo para aquellos aficionados al soul que se muestran recelosos de este estilo musical porque desmiente tantos mitos infundados. A medio camino entre el smooth jazz, el funk y el soul, una fusión de estilos de la que fue pionero el propio George, nos propone un sonido suave, apto para todos los públicos, donde la maestría a la guitarra y con su voz quedan de nuevo de manifiesto para sonrojo de tantos artistas de hoy. Para este trabajo se ha buscado un repertorio de 12 temas, algunos de nueva factura y otros versiones de temas clásicos. Así, producido por John Burk y el bajista Marcus Miller el disco incluye versiones de temas clásicos como un enfoque más jazzy del clásico "Someday We'll All Be Free" de Donny Hathaway. Nos encontramos también con una versión más sensual del "Don't Let Me Be Lonely Tonight" de James Taylor o de "Rainy Night in Georgia" que nos recuerda a su sonido estelar de finales de los setenta.

El disco nos ofrece también nuevos temas escritos para la ocasión por un grupo estelar de autores. Así la leyenda del soul Bill Whiters emerge de su retiro para componer un tema romántico que George interpreta a dúo con Lalah Hatahway, realmente precioso. Rod Temperton, otra leyenda, aporta su "Family Reunion" que se adapta perfectamente al estilo de Benson. Todo ello completado con una lista de músicos de estudio casi insuperable: Jerry Hey, Paulinho Da Costa, Temperton, Tom Scott, Greg Phillinganes, Norman Brown, David Paich, Lee Ritenour y muchos más... ufff, la calidad está garantizada. Tantas veces incomprendido por los puristas del jazz cuando George incorpora a una canción esa voz distintiva, sofisticada, emocional, ágil y artística. Por el contrario, los amantes de la música negra parecen no entender siempre las bondades propias de su virtuosismo con la guitarra. Siempre nadando entre dos aguas, pero siendo capaz de ofrecernos lo mejor de las dos orillas. Por eso le admiro tanto, por eso es uno de mis preferidos de siempre, por eso es una verdadera leyenda de la música. Gracias mi querido amigo.

 
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