Corinne Bailey Rae - El dolor de la ausencia

Escuchando The Sea, el segundo disco de Corinne Bailey Rae, recordé aquel aserto popular que dice que en situaciones de tormento y sufrimiento es cuando el artista encuentra a menudo su mejor fuente de inspiración y creatividad.

Os cuento esto porque Jason Rae -saxofonista y marido de la artista- murió de una sobredosis accidental de metadona y alcohol en el año 2008. Como era de esperar, este hecho ha dejado una profunda huella en su nuevo álbum que, de la mano de los productores Steve Brown y Steve Chrisanthou, está teñido por el dolor y la angustia. En efecto, en ninguna otra canción como "Are You Here" -el primer tema del disco- Corinne muestra crudamente el dolor de la ausencia y cuenta de manera sincera cómo ésta desorienta el doliente. En un disco tan abrumadamente desolador y quejumbroso sólo el tema "Paris Nights/New York Mornings" muestra a la artista inglesa de manera convincente en su lado más optimista. Corinne no posee un instrumento vocal excepcional, pero si es una aseada cantante que no se complica, que nunca sorprende con una nota fuera de su lugar y que se apoya en la nitidez y expresividad de su tono para lograr brillantes interpretaciones. Sin embargo, no es un álbum de fácil digestión. ¿Por qué? Precisamente por ser una propuesta tan intensamente personal, tan abrumadoramente dolorosa y, sin embargo, tan fustradamente opaca desde el punto de vista lírico para el oyente... Así pues, no podría ser más fuerte el contraste con su álbum homónimo de debut, teñido en aquel caso de un pop, folk, rock y soul suave, una dulce banda sonora para aquel verano del año 2006. Era un disco cálido, conmovedor aunque excesivamente "ligero" y poppy para mis gustos personales. Todo eso ha desaparecido, ha dado un paso adelante y ha madurado artísticamente de manera apresurada... nunca sabremos cuál hubiera sido su propuesta de no haber mediado la tragedia.

Clásicos del soul - James Brown

A estas alturas de la historia nadie niega la importancia que la figura de James Brown ha supuesto para la música negra en general. Sin embargo, más allá de tantos récords y cifras sorprendentes que posee, la verdadera y más importante contribución de James al mundo de la música es cualitativa y no tanto cuantitativa.

Concretamente esa fusión de nuevos ritmos junto con letras sociales y políticas que redefinió para siempre el soul hacia un estilo completamente nuevo: el funk. Además, a finales de los años sesenta la figura de James alcanzó la condición de revolucionario musical y cultural. Sus canciones de protesta como la famosa "Say It Loud - I’m Black and I’m Proud" retumbaban sobre toda la comunidad negra con su mensaje de orgullo y autosuficiencia, erigiéndose en un líder, en un modelo a seguir.

Una cosa parece cierta, lo que se conoce como la música soul de los años sesenta, la música funk en los años setenta y la música rap en los años ochenta se puede atribuir directamente a James Brown. Ayudado por una serie de músicos jóvenes reclutados para su famosa banda (como el bajista Bootsy Collins) obró la transformación del fervor evangélico inicial del soul hacia la tensa y explosiva intensidad del funk rítmico y sensual. Combinados con una estudiada y precisa coreografía reflejo de su sentido del espectáculo dinámico, sirvió para redefinir para siempre el camino de la música negra desde que en 1956 lanzara su primer hit ("Please, please") hasta el día de hoy.

Hubo otros artistas muy populares, incluso quizás igualmente calificados, pero ningún otro músico afroamericano consiguió ser tan influyente sobre la música y la cultura popular, no hubo otro músico que ofreciera un espectáculo en vivo tan emocionante y vitalista como El Padrino del soul. Con la furia apasionada heredada de sus raíces gospel y con sus complejas estructuras rítmicas creó su propio estilo responsable no de una, sino de dos revoluciones en la música negra: la transición del rnb al soul y la transformación del soul en funk. Si la imitación es realmente la forma más sincera de adulación, su música es ahora más influyente que nunca, ya que su voz y ritmos innovadores han sido sampleados hasta la extenuación en innumerables grabaciones del rap/hip hop. Así que limitarnos a contar sus discos de oro y platino, sus números uno o sus premios no proporcionan una medida adecuada de su carrera, porque cada vez que un artista utiliza una sección rítmica dominante a ritmo uno/tres, rapea, recordamos a Michael Jackson bailando o alguien se entrega en una performance de danza agotadora, James Brown sigue ahí, vendiendo discos y entradas para su espectáculo.

Marcell & The Truth - Cuéntame un cuento

A finales del año pasado os propuse mi lista de 10 discos destacados del 2009. Ya os comenté que se quedaban fuera algunos trabajos que merecían estar ahí. Uno de ellos es Symbols, el segundo álbum de este grupo de Baltimore, liderado por Marcell Russell.

Hopes Too High (2007), su primer trabajo, fue aclamado por la crítica y recibió merecidos premios en todos los apartados dentro del género rnb independiente. Era un disco atemporal que se podría haber publicado perfectamente en la década de los setenta. No obstante sólo vendió miles de copias, sin duda muy por debajo de lo merecido (la promoción y distribución sigue siendo el problema). Mientras, sus fabulosos espectáculos en directo, plenos de inspiración, incendiaban la escena soul de Estados Unidos. Enormemente prolíficos, son capaces de escribir un promedio de 50-80 canciones por año. La voz de su líder se la ha comparado con las más clásicas del género (Luther Vandross, Donny Hathaway o David Peaston) ocupando un vacío existente en el mercado actual. Por su parte el sonido de la banda en su conjunto recuerda a Maze feat Frankie Beverly o a los Isley Brothers.

Symbols, editado bajo su misma producción y financiación (cada componente del grupo ha contribuido con 2.000$), vuelve a proponernos una sofocante mezcla atemporal de soul clásico de los setenta y del neo-soul más orgánico que firman un talentoso grupo de músicos y una voz que puede llegar a ser legendaria. Cada canción tiene una estructura y progresión definida (un comienzo, un desarrollo y un final) algo que echo a faltar en el sonido urban actual. Se puede saborear la belleza de la voz barítona de Marcell y de sus letras introspectivas, filosóficas, conmovedoras e inspiradas que se deslizan por esas sencillas melodías rapsódicas, como si de un anciano cuentacuentos de música soul se tratara. Considerado como el heredero de Bill Whiters a nivel lírico, vocalmente próximo a los sensibles métodos de los 70 (Gene Page, Tom Brock, Barry White o Leroy Hutson), ya sea en solitario o formando parte de un grupo, después de más de 10 años Marcell está suficientemente preparado para dar el salto de calidad y llegar a un público más amplio, de millones de personas. Un clásico para quien guste de la buena música soul que nos aleja de la electrónica y los trucos del sonido rnb actual que con demasiada frecuencia han sustituido a la gloriosa combinación de letras inteligentes y creatividad musical. Así pues, con una buena copa en la mano, baja las luces, siéntate y disfruta.

 
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