The Excitements - Sometimes Too Much Ain’t Enough (2013)

Han pasado casi tres años desde que este espacio se hiciera eco del inminente lanzamiento del primer trabajo de este grupo catalán. En tan poco tiempo, el panorama ha cambiado de manera sustancial tanto para el grupo en particular como para el conjunto de la escena soul/rnb de este país. El éxito de su primer álbum les llevó a un extenuante maratón de conciertos -más de 250 por toda Europa- donde son ya plenamente reconocidos y reconocibles. Y es que sus actuaciones en directo constituyen el gran activo de esta banda.

El nombre de The Excitements está ya asociado a la alegría y la locura del viejo rhythm'n and blues. Música pegadiza, directa, auténtica... en definitiva atractiva. Con los dos pies firmemente plantados en Memphis y Detroit este sexteto catalán reaviva la llama de los años sesenta, impulsados ​​por la voz incendiaria de su gran vocalista Koko Jean Davis. Esta criatura nacida en Mozambique pero criada en Estados Unidos, se ha convertido en la viva imagen del grupo, en un icono perfectamente reconocible, inspirada mucho más que estéticamente por la gran Tina Turner (and Ike), James Brown o Etta James. En el segundo disco editado por Penniman Records siguen en la línea de versionear temas bien escogidos del repertorio de Little Gigi, Jimmy Dee, The Falcons o Barbara Stephens en este caso. Suenan realmente como las mejores producciones de la época, definitivamente auténticos e informales. Apoyados en su estupenda sección rítmica como espina dorsal, acompañados por la eficaz sección de metales y el feroz torbellino de energía de Koko nos empujan a pasar un buen rato con una música hecha para bailar, sudar, gritar, amar... para sentirse vivo al fin de al cabo.

Frank McComb - Remembering Donny Hathaway: Live At The Bitter End (2013)

Stevie Hathaway o Donny Wonder, cualquiera de los dos podría ser una acertada opción como nombre artístico para  el artista de Cleveland. Y es que cuando uno le escucha cantar detrás de su piano las similitudes vocales o de estilo con esos dos grandes genios de la música son sorprendentes. No es algo buscado o impostado, simplemente surge en él de manera natural... añadiendo eso sí por su cuenta un mayor peso del jazz fusión y por lo tanto de la improvisación. Así que quien mejor que él puede asumir la tarea de recordar, rendir tributo u homenajear al Sr. Hathaway

¿Qué decir del gran Donny? Pese a los escasos años en activo y sus pocos discos editados, su legado y contribución al mundo de la música son enormes. Sus discos provocan a menudo en el espectador la sensación de alcanzar un clímax sensorial, casi místico e incomprensible diría yo. Y es que este hombre cantaba y sentía cada nota y estrofa de canción como pocos. Su espectacular voz desgarradora llena de lamento, espiritualidad y profundidad en las interpretaciones, su estilo clásico y elegante... era el mejor mezclando el gospel, el r&b y el jazz. Todo alma y sensibilidad, su atormentada alma, sus depresiones... solo encontró una salida acabando con su vida, arrebatándonoslo tempranamente y convirtiéndole en una leyenda de manera instantánea.
  
Aunque evidentemente Live at the Bitter End está realizado desde la más profunda admiración hacia el maestro e inevitablemente nos recuerda a él, Frank evita ser demasiado reverencial respecto a las versiones originales, reinterpretando, improvisando, aportando una nueva manera de entender y apreciar las composiciones y a quien las creó. Merece la pena tomarnos nuestro tiempo para poder degustar cada nota del disco, para disfrutar con esas exhuberantes armonías que crean algo hermoso y sincero desde el principio hasta el fin. Frank es sin duda un excepcional artista, uno de los grandes secretos de la escena indie. En los últimos años ha grabado grandes discos aunque sin demasiado éxito de ventas -es el precio que ha de pagar por trabajar con sellos independientes (Boobeescoot Music en esta ocasión)- pero en todos ellos se nos muestra como un soulman que se expresa con la lengua nativa del blues, del jazz, del gospel o del pop. ¿Hay alguien capaz de resistirse a las tentaciones musicales de este hombre?


James Day - Seasons & Reasons (2013)

Muchos somos los que nos lamentamos del estado de la música negra urbana contemporánea. Sin embargo, pocos hacemos algo más al respecto. James Day siempre ha dado un paso adelante, decidido a mantener vivo ese legado de sonido soulful de los setenta y ochenta. Por eso aquellos entusiastas del modern soul más sofisticado estaban de enhorabuena al saber que el pasado noviembre se ponía a la venta el tercer trabajo de este gran compositor, productor norteamericano.

Seasons & Reasons solo se puede adquirir a través de webs de descarga. Para aquellos que prefieran el tradicional formato físico, el sello/tienda Soul Brother con sede en el Reino Unido, es el único lugar en Europa donde hacerse con el cd. El talentoso nativo de Massachusetts vuelve a repetir la fórmula de discos anteriores y sube la apuesta reuniendo a algunos de los vocalistas que han trabajado anteriormente con él como los veteranos Audrey Wheeler, Gavin Christopher o más contemporáneos como Mikelyn Roderick, Trina broussard o el gran Donnie, sirviendo el disco así mismo de escaparate para nuevas voces que os animo a descubrir (ojo a Cleveland P. Jones). Por lo demás mantiene su propuesta por el new soul clásico, muy influido por la música rnb/pop de los ochenta (Nile Rodgers, Rick James o incluso Kashif sobrevuelan por el escenario) y donde la elegancia y la sofistificación son marca de la casa. Hay que reconocer que para un tipo que no destaca por su faceta vocal (más allá de su discapacidad crónica) y que tampoco sobresale como instrumentista ha conseguido tener un enorme impacto en el mundo del soul más indie. Han sido sus maravillosas habilidades como compositor pop/soul y su capacidad para saber rodearse de tanto talento vocal subestimado como ha conseguido que sus sólidas composiciones brillen como pocas. Dos talentos cuya importancia a veces resulta injustamente subestimada... ¿Acaso Quincy Jones o Kenny Gamble y Leon Huff no se hicieron un hueco en este negocio con esta fórmula?.

Nick Pride & The Pimptones - Rejuiced Phat Shake (2014)

Creado en Newscastle en torno a Nick Pride (guitarrista, compositor, arreglista y productor), este grupo se conformó originalmente como una banda de jazz, a la que por cierto no le iba nada mal. Sin embargo, en su segundo disco "Midnight Feast of Jazz" (2011 - Record Kicks), aprovecharon la renovación de los integrantes de su sección de metales -y porqué no decirlo el creciente interés del mercado por el retro-soul- para propiciar un cambio de rumbo hacia los mundos del deepfunk más festivo y divertido, muy en el estilo del legendario grupo The Meters. El éxito mundial fue inmediato. 

Aunque el lanzamiento de su nuevo disco está previsto para mediados del próximo mes de febrero, lo cierto es que hace unos días que me hicieron llegar desde el departamento de promoción (Willwork4funk) una copia del mismo. En su  nuevo álbum, editado por el sello Légère Recordings (Lounge Records) persisten en la línea anterior ¿Para qué cambiar pensarán?, proponiéndonos en esta ocasión catorce temas de un amplio y diverso abanico de estilos (incluidas un par de baladas).  La base es el funk orgánico pero se mueven de manera transversal y ecléctica (sin complejos) hacia el soul, con mayor presencia del pop, hacia el rhythm & blues moderno en dos cortes (muy desafortunado en mi opinión) o el Northern Soul más audaz. Muy al estilo de aquellas compilaciones de singles de 7 pulgadas de Stax o Motown la banda funciona como la columna vertebral mientras por el micrófono del estudio de grabación se pasea un auténtico ejército de vocalistas invitados -algunos repiten respecto al disco anterior-, cada uno elegido para traer un sabor diferente a cada tema (jazz, rnb o blues, según sea el caso). Por supuesto que tienen funk y soul, arreglos pulidos muy al estilo pop y usan impecables trajes vintage al uso de cara al público, pero aún conservan ese jazz primitivo que les vió nacer, aunque este asoma implícitamente en el apartado instrumental y en ciertas aportaciones vocales o de manera más explícita en otras.

DeRobert & The Half-Truths - I’m Tryin’ (2014)

Recién terminada con éxito su campaña de crowfunding -otra más- para poder financiar su nuevo trabajo, DeRobert y su grupo The Half-Truths acaban de editar su segundo disco en el sello GED Soul Records. Y es que mantenerse en el negocio musical no está siendo nada fácil para el artista de Nashville y su estupenda banda. Así se refleja en cada surco del disco en el que está presente ese -llamémosle- "sudor audible" de los que tienen que ganarse la vida con trabajos secundarios y largas jornadas en la carretera. No es casualidad que temas como la pobreza, el desamor y la lucha perpetua aparezcan recurrentemente en los doce cortes que conforman su nuevo disco.

I’m Tryin’ es el producto de dos años de trabajo en el que se mantiene casi intacto el sonido de su primer disco, es decir fiel a los elementos rítmicos tan característicos de los viejos tiempos del soul. Tratando de alcanzar un difícil equilibrio entre un soul más gritón con el gospel de Memphis y el color del legendario sello Muscle Shoals. Empapado de una potente sección de metales y de líneas de guitarra se compone ese sonido orgánico sincopado tan buscado en el álbum. A nivel vocal DeRobert se toma mayores licencias o libertades, marcando en todo momento la melodía como si de un púgil poseído se tratara. DeRobert es un vocalista poderosamente conmovedor, su voz reúne potencia, presencia y precisión capaz de realizar las acrobacias vocales más vertiginosas. En definitiva, nos encontramos ante un disco en el que asumen algunos riesgos (con discutibles resultados) pero que nos sigue ofreciendo soul/rnb de los sesenta y setenta, funky/soul tradicional con un estilo vocal mucho más contemporáneo. I'm tryin' es una oda al hombre trabajador, a la lucha contra la adversidad, derramando verdades duras y emocionales a través del siempre crudo y emocional viejo soul.

Charlie Wilson - Love, Charlie (2013)

A principios del año pasado, Charles Kent "Charlie" Wilson editó su cuarto álbum en ocho años desde su inesperado resurgimiento a principios de la década pasada. El hombre que sacudió a toda una generación en los años 60 y 70, compositor, productor y ex vocalista de The Gap Band, nominado para siete premios Grammy, ha sido capaz de reinventarse a si mismo en las procelosas aguas actuales del RnB. Y es que el viejo tío Charlie no es un fósil no deseado de esos que saturan el paisaje, más bien está ayudando a cerrar la brecha entre aquellos años de gloria del rnb y su patética encarnación actual.

A uno siempre le cuesta juzgar de manera severa a los artistas veteranos, pero en mi opinión la mayor crítica que podía hacer a sus recientes trabajos radicaba en que pretendía ser en ocasiones quien no era y dirigirse a quién nunca iba a seducir cuando incorporaba a su repertorio temas poco adecuados a su rígida cadera, más propios de artistas con la mitad de años que él. A sus sesenta años y con todo ese bagaje a sus espaldas no debería estar en absoluto preocupado por ser innovador. Afortunadamente en este disco no hay que preocuparse, Charlie ha elegido conducir por el carril de las baladas, engranando armonías y estructuras clásicas con un sonido actualizado para ofrecernos uno de sus mejores trabajos en solitario hasta la fecha. Honestamente, no hay cortes "malos", aunque algunos son más memorables que otros. En todo caso, su voz -su mejor activo- luce siempre cálida especialmente cuando asciende hacia su registro más agudo, estirándola al máximo hasta producir escalofríos en el oyente. Para alguien que ha vencido al cáncer de próstata y superado el infierno de la adicción a las drogas los sentimientos más básicos pueden expresarse claramente y en voz alta, con convicción y vigor. Con este trabajo no reinventa la rueda, simplemente toma la bandera de "la vieja escuela" y, sonando imponente, nos recuerda lo mejor del rnb de los noventa.

Sharon Jones & The Dap-Kings - Give The People What They Want (2014)

La pasada primavera, la propia Sharon Jones nos estremeció a todos cuando emitió un comunicado en el que anunciaba que padecía un cáncer en el conducto biliar, suspendía sine díe todos los conciertos y el lanzamiento de su quinto trabajo previsto inicialmente para el pasado agosto. La cirugía y el tratamiento de quimioterapia parecen haber dado esperanzadores resultados, todos suspiramos de alivio...Y es que al fin de al cabo, Sharon también es humana y, como tal, no tiene control sobre su propio destino.

Así que el el disco se ha editado finalmente esta misma semana e incluso se anuncia el comienzo de una completa gira con su maravillosa banda por toda la geografía de Estados Unidos que en mayo dará el salto a Europa. Nueva y acertadamente producido por el bajista Bosco Mann "Give The People What They Want" nos ofrece todo un amplio abanico de estilos vintage-soul que van desde los metales de la Stax, los riffs de Joe Tex o el sonido de la Motown, y, por supuesto, que no falte nuestra dosis de southern funky/soul. Al final, todas esas influencias se desvanecen ante la desafiante, exhuberante voz de Sharon y su rítmico pavoneo. La sección de metales sigue siendo fundamental para elaborar ese sonido característico, aunque en este disco se enriquece añadiendo congas y timbales y unas acertadas backup singers. No creo que sea el mejor de los trabajos editados por el grupo hasta la fecha, quizás está demasiado escorado hacia el sonido Motown para mi gusto. Aún así, supera sin dificultad la media de calidad que nos ofrece el mercado actual.

Y es que una vez más, la voz y los instrumentos se unen para formar algo que realmente conmueve e inspira, otro guiño más a la historia de la música. A diferencia de algunos de los "renovadores", en un mercado que empieza a estar saturado últimamente, la nativa de Georgia ha estado ahí desde hace tres décadas. Es una vocalista portentosa que -como en el caso de Charles Bradley- sin gancho físico mediático y después de estar años y años cantando, sin ningún hit mediático en las radio fórmulas, por fin les ha llegado el éxito y el reconocimiento general. No resulta fácil renunciar a otra ración de su poderosa voz junto con esta fabulosa banda que juntos vuelven a demostrar que ocupan actualmente y sin discusión el trono en la escena del gran soul clásico. Qué bueno es tenerla de vuelta con todos nosotros. God Save The Queen!.

The Soul of John Black - A Sunshine State of Mind (2013)

Siguiendo con este repaso particular que estoy haciendo al año pasado hoy quiero recordar este trabajo publicado por The Soul of John Black -el alter ego musical de John Bigham- a principios del verano pasado bajo el sello Yellow Dog Records. Compuesto durante el invierno en su ciudad natal de Los Angeles, John quiso escribir acerca de la esencia del verano desde una ciudad donde el sol brilla todo el tiempo. El es un cantante, compositor, productor e intérprete bendecido con un entusiasmo sin límites...El mensaje implícito en el título del álbum es claro: los meses de verano acaban por llegar y sería bueno poder mantener esa actitud positiva durante todo el año.

The Soul Of John Black es en realidad un proyecto fundado junto con Christopher Thomas. No obstante, desde 2007, John se ha hecho con los mandos de la nave y la ha dirigido en solitario hacia los mundos de la fusión del rock, blues, soul y funk. Un notable disco, con una propuesta original, con una excelente sección rítmica dominada por las guitarras que consiguen crear esa sensación enérgica, amplia y luminosa tan buscada. El ex guitarrista de Fishbone es un rockero negro que ha suavizado su sonido con los años que por momentos nos recuerda a Lenny Kravitz. Es un gran cantante soul que utiliza la emoción para compensar la sencillez de sus melodías, muy en el estilo vocal de Al Green, Bobby Womack y Ronald Isley. En tiempos complicados como los que nos toca vivir nunca no está de más encontrar un refugio donde lamer nuestras heridas, poder cantar a la esperanza y reclamar nuestro pedacito de cielo. A Sunshine State of Mind ejerce sobre el oyente un optimismo renovado gracias al efecto terapéutico que puede tener sobre nuestras laceradas almas el blues, el soul, el funk o el rock de toda la vida.


The James Hunter Six - Minute By Minute (2013)

Transcurridos nada menos que cinco años desde su magnífica entrega anterior "The Hardest Way", el blues, el soul y el rock'n'roll siguen siendo los cimientos del último trabajo de este soulman británico, uno de los mejores trabajos editados el pasado año bajo la producción del gran Gabriel Roth. El nombre elegido en esta ocasión para firmar el trabajo pretende ser un reconocimiento y agradecimiento a su banda - Lee Badau (saxofón barítono), Damian Mano (saxofón tenor), Kyle Koehler (órgano), Jonathan Lee (batería), y Jason Wilson (contrabajo), que han estado junto a él durante más de 20 años. 

El combo nos regala doce canciones en las que la voz cruda y emotiva de James se eleva por encima de sus urticantes solos de guitarra, flanqueados por la siempre eficaz y virtuosa sección rítmica. Como suele ser habitual se presta toda la atención necesaria para recrear los detalles de la época (cincuenta y sesenta), incluso se mantiene esa reverberación natural tan característica. Tengo que reconocer que siento debilidad por este tipo, es evidente que no tiene la voz de sus ídolos (Sam Cooke, Jackie Wilson , Bobby "Blue" Bland) pero hay tanto anhelo quejumbroso en estas canciones, cava tan profundamente en mi alma hasta arrancar hasta la última gota de emoción en cada letra, expresando estos sentimientos siempre con una energía positiva, lo cual tiene su mérito dado que su mujer falleció recientemente. Hay quien puede pensar que la naturaleza inmutable del formato elegido puede llegar a ser repetitivo y poco estimulante, aunque en este nuevo trabajo manteniendo viva la nostalgia hace realmente un intento por ampliar la propuesta de la banda, así como el alcance de algunos temas. Al igual que muchos músicos retro-soul, no está rompiendo moldes, pero a diferencia de tantos otros que se limitan a imitar, él domina el difícil arte de escribir canciones simples que suenan como si hubieran estado ahí desde siempre, y es que la música soul nunca pasa de moda.

Radio Musicasoul comienza sus emisiones

Amo tanto la música que uno de mis sueños (este si, confesable) era llegar a ser locutor de radio musical para poder compartir esta pasión con los demás. Sentarme a los mandos del tablero de control de la emisora con mi colección de discos e iniciar un viaje a lo más profundo de nuestro ser a través de mi propio programa de radio y asi poder emular a mi querido Antonio Fernández.

Mi timbre de voz seguramente no hubiera podido seducir a demasiados oyentes por no hablar de mis preferencias musicales siempre minoritarias... en realidad quizás solo sean excusas para justificar el que nunca luchara lo suficiente por alcanzar ese sueño. Hoy en día la tecnología obra milagros y nos permite crear casi instantáneamente un sucedáneo de esa bendita profesión, activando una radio online como la que hoy estrenamos en este espacio. La radio web se ha convertido en un poderoso instrumento de comunicación que nos permite seleccionar la música que queremos escuchar, sin que otros decidan por nosotros. Es otra alternativa para escuchar música mientras trabajas o estudias. Horas de la música que te gusta a un solo click. A través de la plataforma Radionomy me he animado a crear la emisora Musicasoul, aún en pruebas, en pañales y sin tener muy claro su futuro.

Para acceder solo tenéis que pulsar play en el gadget de la columna derecha o directamente ir a la siguiente dirección http://musicasoul.playtheradio.com/. Inicialmente he seleccionado 43 temas que proporcionan un total de 3 horas de música ininterrumpida que se van repitiendo en modo shuffle hasta el infinito y más allá. Advierto que la selección final de canciones ha estado condicionada por la escasa disponibilidad de títulos indicados para este espacio en dicha plataforma (en especial deep funk y bandas de la escena indie). Existe la alternativa de poder subir tus propias canciones, pero eso se plantearía en una hipotética segunda etapa. En todo caso, este es un primer paso (o quizás el último) que pretende evaluar el interés que suscitaría entre vosotros disponer de una programación especializada en la música que nos gusta y disponible durante las 24 horas del día. ¿Que os parece la idea? Se admiten sugerencias para las playlist

Al Supersonic & The Teenagers - It's Alright! (2013)

Al calor del fenómeno Amy Winehouse, Europa se ha convertido en los últimos años en ese reducto mundial empeñado en mantener vivo, en recrear con la mayor fidelidad posible aquel sonido original de la música negra de los años sesenta o setenta. Aunque con retraso, es evidente que el fenómeno ha llegado finalmente a nuestro país. El panorama ha cambiado sustancialmente en los dos últimos años, no nos falta ni cantidad ni calidad, una auténtica eclosión de bandas nacionales han logrado reinvindicar el género y atraer el interés de un público cada vez más joven con un producto más que digno, que incluso exportamos.

Aunque este espacio ya se hizo eco en su momento de algunas de estas interesantes propuestas, durante el periodo de ausencia se ha multiplicado la oferta de manera muy notable. El sexteto andaluz que vuelve a editar su segundo disco bajo el sello alemán Unique, franquicia europea de la música negra, es una apuesta segura para aquellos que buscan desinhibirse con su elegante y divertido soul orgánico de los sesenta (con algunos toques de funk o rocksteady) que ya ha seducido los garitos de media Europa. Esta superbanda entreteje a lo largo de los doce temas (diez de ellos son originales) el poderío vocal de Al Olmedo (magnífico este vocalista con ese sello de los sesenta) con elegantísimas bases rítmicas, una potente sección de metales, unos arreglos de primera categoría y esa capacidad para emocionarnos mediante melodías reconocibles. Y es que no hay ningún otro género musical como la música soul para explorar las profundidades emocionales del alma. Desde que debutaran en el año 2001 este magnífico combo nacional ha emprendido un viaje en el que el soul fresco, directo y divertido es su seña de identidad. Como ellos mismos se autodefinen "We are not a Soul band, we are just SOUL BOYS"

Lady - Lady (2013)

La británica Terri Walker y la norteamericana Nicole Wray presentaron en la primavera del año pasado este interesante disco impregando de sonidos retro-soul. Se habían conocido dos años atrás, ambas con una cierta trayectoria en el mundo de la música, ambas con su carreras varadas en un aparente callejón sin salida. Truth & Soul Records, alter ego de León Michaels y Jeff Silverman, dos compositores y productores que han trabajado para Adele y Aloe Blacc, encontraron en sus voces el vehículo perfecto para dar cobertura a su nuevo proyecto denominado Lady.

Este estupendo sello discográfico con sede en Brooklyn, como sabéis especializado en el funk y el soul más clásicos, buscaban un par de voces femeninas que se acoplaran a su apuesta por recuperar, una vez más, la esencia del viejo rnb. Lady ha nacido a caballo entre las dos orillas de Atlántico y apuesta sin rubor por el rnb en su variedad más fiel, más clásica, aquel sonido negro que cubrió una década (desde mediados de los años 60 hasta mediados de los años 70) para muchos considerada la edad dorada de este género musical. El convincente resultado final es una colección en miniatura del sonido Atlantic, Motown y Stax, henchido de exhuberantes arreglos musicales y de arenoso y suave soul-pop en el que dos voces se unen como una sola, hasta alcanzar un estado común emocional. Todo en el disco se percibe muy estudiado, a veces demasiado milimétrico, obsesionados con conseguir una réplica casi perfecta de aquel sonido añorado. No es el único, ni el mejor, ni el último proyecto de esta clase, aún así, no te lo puedes perder, al menos si eres de los que el rnb actual te deja helado con tanto artificio electrónico, tanta influencia del hip-hop, del rap o del pop. Aquí no hay barreras artificiales que se interpongan entre la potencia bruta de sus voces y el oyente...


 
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