Incognito: Tales From The Beach

Este artículo ha sido escrito y publicado previamente por Santiago Tadeo Cervera en Acid Jazz Hispano Esperamos que os guste. Lo único mejor que un álbum de Incognito es el siguiente álbum de Incognito. Esto no niega, por supuesto, que cada seguidor del conjunto británico tenga su disco preferido de los trece editados hasta el momento, en parte por razones sentimentales (fue el primero que escuchó, se lo regaló un ser querido, lo compró tras un concierto…), en parte por razones artísticas.

No obstante, dejando de lado su debut, Jazz-funk, de 1981, desde Inside life (1991), a este que nos ocupa, Tales from the beach, resulta complicado determinar cual es su mejor trabajo de estudio, porque son todos excelentes. Sí se pueden señalar temas especialmente memorables, clásicos que ya han pasado a la historia de la música negra, comenzando por su brillante versión de Don’t you worry ‘bout a thing (original de Stevie Wonder), incluido en el disco Tribes vibes and scribes (1992), pero con los discos ya no es tan evidente. Sin duda, Jean-Paul Maunick ha creado una discografía que impresiona, pues es tan prolífico como sólido: los seguidores de Incognito pueden estar seguros, al escuchar cualquier nuevo álbum, de que será, como mínimo, interesante, por mucho que, durante un largo periodo, vaya al vertiginoso ritmo de disco al año. En definitiva, Bluey ha conseguido que el mejor álbum de Incognito sea el que uno está escuchando en ese momento.

Tales from the beach, decimotercer álbum de estudio contando el inclasificable Bees + things + flowers (2006), sí es, al menos, uno de los más ambiciosos de la formación británica. No sólo ha exigido una producción algo más costosa de lo habitual (tanto en términos temporales como económicos), pues ha sido grabado en Londres, Alemania e Italia y mezclado en Indonesia, sino que, además, incluye hasta quince temas que, prácticamente, agotan la capacidad del CD. Esto último es un regalo para los que disfrutan con la música de Incognito y una prueba de lo fértil que es la mente de Jean-Paul Maunick, pues no hay ni un sólo corte mediocre, ni siquiera alguno que se resienta al compararlo con los más inspirados: todos, sin excepción, son susceptibles de convertirse en favoritos del oyentes. Y es que si uno los escucha atentamente, individualmente, acabará maravillado ―¡una vez más!― con la milimétrica precisión de la producción, con la impecable mezcla, conceptos técnicos que no están reñidos con la calidad de los instrumentistas convocados o el sentimiento evocado por cada tema. Las preferencias entre una y otra pieza estarán determinadas, en cambio, por la estima que uno le tenga a cada vocalista, esto es, si uno prefiere a la veterana Maysa, que brilla, como siempre, en I’ve been waiting, o a Tony Momrelle, también estupendo en When the sun comes down.

Otro factor de creación de afinidades será el carácter uptempo o no de los cortes. En Tales from the beach, además de preciosas baladas soul como I remember a time o It may rain sometime, figuran temas tan bailables como Love, joy, understanding, Freedom to love o Tales from the beach, y hasta se adentra en territorio broken beat con Happy people. Lo mejor, de todas formas, sigue siendo disfrutar con esta maravilla de principio a fin y apreciar cada matiz y cada registro de Incognito.

1 comentarios :

Anónimo dijo...

excelente frase esa de que "lo único mejor que un álbum de incógnito, es otro álbum de incógnito". En efecto, bluey ahora nos tiene buenas nuevas con esta nueva obra maestra. Sin embargo, respecto de la clasificabilidad de bees things and flowers, creo que más bien es un álbum "muy vocal"... creo que es lo que sobresale de todos los demás.
Saludos desde México, D.F.

Sergio Palancares
sa_palancares@hotmail.com

 
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