Melinda Doolittle: Mientras el futuro llega

Melinda Marie Doolittle saltó a la fama el año 2007 cuando finalizó en tercera posición en la sexta edición del famoso programa de tv American Idol. Hasta ese momento, su carrera profesional como cantante no acababa de despuntar y se limitaba a trabajar haciendo voces para artistas como Michael McDonald, Kirk Franklin, Aaron Neville o BeBe & CeCe Winans entre otros muchos.

Desde su primera audición de prueba en Memphis (a la que se presentó por diversión con unos amigos) y durante los cuatro meses de duración del programa impresionó al jurado y al público con memorables interpretaciones de temas clásicos. "Increíble" o "simplemente asombroso" eran algunos de los adjetivos con que regalaron los oídos de la concursante. Aunque era la mejor voz del show no ganó, pero dejó su huella indeleble. No había duda de que había materia prima (su magnífica voz bluesy) aún faltaba el reto más difícil: aprovechar sus magníficas cualidades para convertirla en una artista con un estilo definido y reconocible. Al contrario que la mayoría de concursantes de estos programas no editó su disco de debut de manera apresurada tratando de aprovechar el tirón mediático. Una vez que grabó su aplaudida versión del clásico "My Funny Valentine" en febrero del año pasado, se dedicó a trabajar de manera intensa en su disco de debut bajo el sello discográfico Hi Fi Recordings. De la mano del productor Mike Mangini -nominado a los grammy y que ha colaborado entre otros con Joss Stone- se nos presenta a la artista con un sonido decididamente retro que combina distintos estilos próximos al sonido de los años setenta: desde los arreglos impecables de cuerda al estilo Philadelphia hasta el sonido del órgano tipo Charles Hodges (Al Green). En efecto en el track "Declaration Of Love" el oyente siente esa conducción de energía imparable que nos recuerda la electricidad ardiente de Tina Turner en sus primeros años. Mientras que en "Coming Back to You" o "Wonderful" se nos muestran los elegantes sonidos clásicos de R & B; "Dust My Broom" o "Walkin' Blues" que resuenan a funky y blues. Hay cabida también para las baladas con la cuidada producción y la exhuberante instrumentación del actual pop-soul como en los cortes "I'll Never Stop Loving You" o "Wonder Why", éste último con ciertos toques de jazz.

Grabado con un equipo de músicos en directo, a caballo entre Nashville y Nueva York, Melinda nos da cumplida muestra de su extraordinaria versatilidad y talento como vocalista. Desde la primera nota, la artista se retrata en cuanto a las influencias musicales de las más grandes (Gladys Knight, Aretha Franklin, Patti LaBelle) al mismo tiempo que reclama para sí los más altos honores de la escena musical actual. Lo que más me gusta de esta artista es la moderación con que utiliza su extraordinario instrumento vocal, dándole a la interpretación el tono e intensidad justa, renunciando a realizar continuas y absurdas exhibiciones vocales, tan habituales por cierto en otros artistas. El oyente intuye que la cantante es capaz de ir mucho más allá, pero que ésta tiene la generosidad de dar un paso atrás, renunciar al lucimiento personal para permitirnos degustar cada tono, cada nota... es decir nos permite escuchar la canción. En definitiva, con su innegable talento vocal -en mi modesta opinión una de las mejores nuevas voces que he escuchado en los últimos años-, Melinda nos propone a través de esta colección atemporal de 13 canciones un viaje de ida y vuelta desde los clubes de blues de Louisiana, pasando por las iglesias de Mississippi hasta los piano-bar de la ciudad de Nueva York. Sin duda un magnífico disco de début repleto de buenos temas, correcta producción y magnífica voz que no me ha defraudado. El único pero es que aún no tengo muy claro hacia donde orientará su carrera profesional en el futuro, porque en principio la casa discográfica ha preferido no arriesgar y ha apostado a caballo ganador... mientras el futuro llega disfrutemos de esta maravilla.


3 comentarios :

Anónimo dijo...

Difícil elección, se han hecho más de 600 versiones de esa canción, aunque debo reconocer que la de Chaka Khan es una de mis favoritas. Saludos

Juslisen: dijo...

Gran post, y coincido al completo con tú opinión. La verdad es que echo de menos que no hayas comentado que se trata de uns disco completamente de versiones, entre otros, de clásicos del blues y soul. En su mayoría no nos suenan a una versión más, ya que su incríeble voz consigue que no nos acordemos de los originales, muchos de ellos desconocidos para el gran público.

Pol de www.soulspain.com

te invito a visitar mi nuevo blog, www.juslisen.tk

Un saludo, enhorabuena por el gran trabajo que haces.

Musicasoul dijo...

No se puede estar en todo Pol, pero gracias por recordarlo te lo agradecerán los lectores.Me pasaré por tu blog no lo dudes.

 
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