
Es sin duda, una de las mejores cantantes del mundo, su estilo espiritual a medio camino entre el soul y el gospel y su timbre de voz inevitablemente nos recuerda a la gran Aretha Franklin. Nos regaló en esta ocasión con un trabajo clásico al tiempo que contemporáneo. Una experiencia espiritual profunda a través de sus composiciones, su innata elegancia, su riqueza emocional y su excepcional voz. Ella sigue creando música de calidad, una experiencia catártica de alegría de principio a fin para nuestros afortunados oídos.