Leela James - Loving You More ... in the Spirit of Etta James (2012)

Aunque compartan el mismo apellido, Leela y Etta no son familia en ningún caso. No obstante, sus parentesco musical si resulta más cercano: cuando Leela era sólo una niña y cantaba en la iglesia los adultos siempre comentaban que sonaba como Etta James, esa mujer que consiguió que que el blues y el soul retumbaran en nuestros corazones de manera realmente especial porque muy pocos artistas son capaces de transmitir con tanta sinceridad todo ese dolor a través de su música.

Puesto que la gran Etta poseía una de las voces más emotivas, poderosas y fascinantes de la historia de la música no resulta fácil estar a la altura del reto cuando se trata de homenajearla como se merece. Leela destaca por poseer esa misma capacidad innata para comunicar con el oyente gracias a su voz cruda conmovedora, sus actuaciones de alta energía y esa imagen de niña salvaje. Con los años, todos han reconocido sus dotes extraordinarias como vocalista y guardián de la tradición del viejo soul, aunque sus últimos trabajos supusieran una decepción para más de uno, y es que como le ocurrió a Etta siempre ha expresado su deseo de no encasillarse en ningún género o etiqueta.

Este verano, Shanachie Entertainment lanza el merecido homenaje a la singular artista, al tiempo que sirve de presentación para las generaciones más jovenes. Grabado en Nashville de la mano de los productores Shannon Sanders y Ramsey Drew, Loving You More… In The Spirit of Etta James cuenta con versiones de nueve temas así como un par de canciones originales inspiradas en la leyenda fallecida a principios de este año. Leela es en potencia una de las mejores opciones para llevar con la suficiente dignidad la antorcha del espíritu de Etta James. En los últimos años, por desgracia, hemos perdido demasiados grandes artistas en la industria de la música. Sería genial ver a más artistas hacer lo mismo, dar cumplido tributo a tales leyendas. Por ello aplaudimos esta inicativa a la artista californiana y no tanto por el acierto de su planteamiento que no me ha acabado de convencer.

Joss Stone - The Soul Sessions Vol.2 (2012)

En los dos últimos años esta joven y hermosa británica ha estado tratando de establecer su propia identidad en el negocio musical, marcando distancias respecto de la imagen que la discográfica creó de ella como una adolescente prodigio que nos enamoró con su inocencia, sus pies descalzos y esa voz soul terrenal que no se correspondía con sus 16 primaveras.

A medida que se hizo adulta adquirió mayor control sobre su carrera artística y fue incorporando sonidos más modernos a su música. Tratando de reafirmarse como artista y persona fue tan lejos como para caer en las garras del insoportable Dave Stewart o incluso acabar participando como parte del inefable sexteto Superheavy en un álbum con tintes rock-reggae-pop. Aunque todo ello sea más que discutible y sus rendimientos tanto artísticos como comerciales hayan sido decrecientes no hay nada que reprochar, al fin de al cabo forma parte de cualquier proceso de aprendizaje, del sistema prueba-error que se enfoca a encontrar sólo una solución: no todas y no siempre la mejor.

Por todo ello, no me resulta particularmente sorprendente que después de tanto tiempo de búsqueda y cierta indiferencia del público haya decidido volver a aquellas raíces souleras respecto a las cuales ansiaba poner millas de distancia. Editado por la discográfica Stone'd y grabado en Nashville en compañía de músicos como Ernie Isley, Delbert NcClinton o Clayton Ivey. Obviamente ha crecido mucho vocalmente desde entonces, mucho más madura, fascinante y menos gritona aunque para mi gusto aún no ha corregido ese gusto por cantar en cada segundo de la canción. Casi una década después nos propone la secuela, su propia visión de once temas (cuatro más en su edición deluxe) de la década de los setenta y ochenta (no demasiado conocidos) dirigida por su productor original, Steve Greenberg, un regreso sincero y con clase a la crisálida reconfortante que la dió a conocer. La búsqueda continúa...

Vicki Anderson - Message From The Soul Sisters (1970)

Es de sobra reconocido el trabajo y la aportación que músicos como los saxofonistas Maceo Parker, Pee Wee Ellis y el trombonista, Fred Wesley -conocidos con el sobrenombre de los "J.B.'s Horns"- o el bajista Williams "Bootsy" Collins (por poner un par de ejemplos) supusieron en la construcción del sonido funky por parte del padrino del soul. James Brown's Funky Divas  -imprescindible disco doble editado en el año 1998-, por contra, recoge el inexplorado legado de aquellas famosas divas del funky que ponían a disposición del espectáculo del grandioso artista sus excelsas cualidades vocales.

En efecto, durante los años 60 y principios de los 70, en todos las actuaciones James abandonaba el escenario durante unos quince o veinte minutos dándo paso a un mini-show cubierto por una joven cantante elegida por el propio artista, pero siempre con el inconfundible sello del funk. Este evento se convirtió en toda una tradición y una parte muy esperada por el público en cada concierto. Todos tenemos nuestras cantantes favoritas, pero a fe que el rey del funk tenía un gusto exquisito para elegirlas: Marva Whitney, Lyn Collins o Vicki Anderson constituyen la mejor muestra de ello, quizás el lado menos conocido de su vasto imperio musical.

Vicki Anderson (Myrna Barnes) estuvo en la banda durante dos periodos diferentes: 1965-68 y 1969-72, aunque colaboraría más tarde a finales de la década de los ochenta y mitad de los noventa. Casada con Bobby Byrd (el descubridor del padrino) y madre de la estupenda vocalista Carleen Anderson, siempre se mostró magnífica en el escenario o en los estudios de grabación, supo interpretar como pocas el espíritu del naciente funk y el soul. De hecho, era la favorita de James y según afirma en su propia autobiografía la mejor vocalista que nunca trabajó con él. Buen ejemplo de ello es este tema -uno de los singles que editó en solitario- su canción más famosa, todo un himno feminista, todo un homenaje al viejo, audaz y crudo funk. Disfruten.

Robert Cray & Shemekia Copeland - I Pity the Fool (2003)

Lightning In a Bottle: A One Night History of the Blues, se planteó como en parte concierto, en parte lección de historia, pero sobre todo blues y nada más que blues. Un proyecto repleto de pesos pesados ​​tanto detrás de la cámara (Martin Scorsese, Antoine Fuqua) como sobre todo delante de ella (incluyendo BB King, Solomon Burke, Keb 'Mo', Macy Gray o Neville Brothers por nombrar sólo algunos) actuando en el Radio City Music Hall de New York.

La idea era mostrar el retrato y el legado de este género musical desde sus inicios y en todas sus variantes: así tenemos sonidos más africanos (por Angelique Kidjo), algo de temprano blues gospel (de la mano de Mavis Staples), el icónico blues del Delta, y así sucesivamente, hasta el blues eléctrico empapado de rock e incluso algo de rap. Prácticamente todos los inmortales que definieron el blues (Robert Johnson, Muddy Waters, Buddy Guy) entran en escena, ya sea a través de clips de película de época, entrevistas, fragmentos de ensayos o de interpretaciones nuevas de sus canciones resumido todo ello en poco más de dos horas. Un número increíble de canciones fueron interpretadas en aquella noche histórica, pero yo quisiera destacar esta magnífica e increible versión que del clásico de Bobby "Blue" Bland realizan el consumado guitarrista y la genial vocalista, hija del legendario Johnny Copeland. Y es que uno no puede abarcarlo todo, aunque no aparezca con asiduidad en este espacio el blues late con fuerza en mi negro corazón.

Kathy Brown - Joy (1999)

Hoy sin duda voy a sorprender a más de uno con esta propuesta... Kathy Brown es una de las indiscutibles y verdaderas divas del house, sobre todo en su versión más soulful. Ella se inició en la industria de la música de la misma forma que muchos de sus declaradas heroínas. Patty La Belle, Aretha Franklin, Whitney Houston y Martha Wash, son sólo algunas de las grandes vocalistas que admira y de la cuales deriva su inspiración vocal.

Aunque su estilo ha evolucionado a través de los años siempre ha enarbolado la bandera de la elegancia, la clase y el buen gusto. Es evidente que su increíble voz podría con todo, hay quién podría llegar a pensar que tanto talento se desperdicia en un género menor como el dance (house). Nunca he considerado en absoluto al dance música de segunda clase y creo que las habilidades vocales de esta nativa de Carolina del Sur se ajustan como un guante al género. Nada pues que objetar. De este magnífico tema (co-escrito por David Morales, Satoshi Tomiie y la propia Kathy) se han realizado numerosos remixes, aunque personalmente me quedo con esta versión porque es el paradigma de lo que el sonido soulful house me sugiere: elegancia, ritmo y ese perfecto equilibrio entre unos maravillosos arreglos instrumentales y el poderío de una voz que, aunque por momentos gritona, se desgarra ante nosotros con un soul insultante. Absolutamente adictivo.

Lenny Williams - Cause I Love You (1978)

Aunque en la década de los setenta el discurso de la música y el talento dominaban aún al lenguaje de la imagen -luego vendría el diablillo de los videoclips en la MTV, por no hablar de la absurda inversión de la situación actual- hay que reconocer que el efecto seductor -de carácter animal- que Lenny Williams ejercía sobre la audiencia femenina, en especial cuando se ponía en "modo balada", supo ser aprovechado convenientemente para el desarrollo de su carrera musical.

Ya fuera como vocalista de la formación Tower of Power (1972-75) o en su carrera en solitario posterior supo cautivar al público con su carisma personal, su increíble rango vocal y su sex-appeal. Aunque desarrolló una exitosa carrera en solitario, se le recuerda con demasiada frecuencia más por sus tres años junto a la banda. Gran error, aún activo en nuestros días, logró grandes éxitos en solitario en la segunda mitad de la década de los setenta. Este tema incluido en Spark Of Love -su primer larga duración oro en ventas- constituye una de las grandes canciones de amor de la historia, compuesta por él mismo junto a Michael Bennett/ Rufus Thomas, nos deja una clara muestra de su maravilloso talento vocal, de esa voz que siempre nos ha seducido con su rico tono soulful imbuido de tanta pasión. Con esa irreprochable formación clásica de la vieja escuela que adquirió en los coros gospel de las iglesias o en compañía de grandes artistas como Sly Stone o Billy Preston entre otros, Lenny aún continúa ampliando sus habilidades musicales y adaptándose a los cambios que ocurren en el mundo de la música.

Lou Rawls - The Season Of The Witch (1969)

El artista de Chicago demostró siempre una asombrosa versatilidad, ser un consumado maestro en adaptarse una y otra vez a los nuevos tiempos musicales. Bendecido con un rango vocal de cuatro octavas, su voz profunda y elegante -una especie de cruce entre Sam Cooke y Nat King Cole- siempre dejaba su sello en todo el material que le suministraban.

Comenzó con el género gospel, luego se hizo famoso cantando standards de jazz. A mediados de la década de los sesenta probó con el soul y en la segunda mitad de los años setenta relanzó su estancada carrera cultivando el philly soul, sin duda la etapa más exitosa y comercial de su larga trayectoria, lo cual le supuso también la crítica de los sectores más puristas del jazz y soul. Sin entrar en absurdas polémicas, ciertamente los amantes del soul mostramos más interés por la producción musical de la segunda mitad de la década de los sesenta. Este período resultó ser inmensamente productivo desde el punto de vista creativo, el artista logró producir más de una docena de discos en los que pudimos degustar a un gran intérprete del soul, siempre de la mano del compositor/productor David Axelrod, de estupendos músicos de sesión y arreglistas. Y para muestra un botón...


Freedonia otro éxito del crowfunfing...

El término inglés crowfunding (micro mecenazgo) hace referencia a un mecanismo por el que se busca el dinero necesario para hacer realidad cualquier proyecto creativo a través de Internet. Permite sacar adelante ciertos proyectos que, de otra manera, nunca verían la luz, todo un fenómeno importado de EE UU. La idea es sencilla: poner en contacto a creadores y mecenas. Un creador expone su proyecto, lo publicita y lo presupuesta. En un plazo fijo, pero limitado, recibe aportaciones de aquellos a quienes les gusta el proyecto y se involucran en él. Las aportaciones sólo se hacen efectivas si al acabar el plazo completa la financiación. Los mecenas, a cambio, reciben recompensas: obsequios, descuentos, experiencias...

Traigo esto aquí porque la banda de soul madrileña Freedonia se ha apuntado para su próximo proyecto a la moda del crowdfunding a través de la web especializada Goteo. Integrada por diez músicos (el bajista se cuenta entre los miembros de nuestro grupo de Facebook Musicasoul) exhiben una potente sección rítmica y de metales y, en especial, destaca la brillante voz de Aurora García. En su larga trayectoria desde el 2006 han abarcado diversos estilos como el swing, el jazz o el funk pero ha sido la música soul/funk la que finalmente define su estilo. En sus directos, donde desbordan vitalidad, interpretan composiciones propias intercaladas con clásicos. Finalmente consiguieron a principios de este mismo año 300 cofinanciadores y más de 8.000 euros, cantidad más que suficiente para hacer realidad su sueño, para materializar el resultado de su trabajo de estos últimos años en forma de disco, algo que aseguran podremos disfrutar en las próximas semanas. Una gran idea teniendo en cuenta los tiempos que corren, porque sin apoyos hoy en día es muy difícil emprender un proyecto. Por cierto, lo que he oido hasta ahora no suena nada mal y si no pulsad al play de este video (u otros que circulan por Youtube)...

 
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