
Su voz tenía una cualidad nasal peculiar, vanguardista para aquella época aunque no del gusto de todos, a menudo se la comparaba con Nina Simone, aunque ella misma citaba a Dinah Washington o Dionne Warwick como su principal inspiración. Su carrera artística comenzó siendo ella era muy joven (por ello se ganó el apodo de Little Esther) y, según cuentan, ya estaba luchando contra la adicción a las drogas durante su adolescencia. Sus devastadores efectos sobre su salud le costó su vida sin cumplir los 50 años. Sin duda esta maravillosa intérprete cae en el ámbito de esas grandes cantantes que nunca recibieron el reconocimiento de su calidad y de su hermosa contribución a la historia de la música contemporánea. Sin embargo, aquí estamos para recordarla y poder apreciar todo su buen hacer cuando se subía a un escenario.