A pesar de su paradigmática modestia, este nativo de North Carolina se ha convertido con el paso del tiempo en una de las pocas figuras capaces de portar la antorcha del legado y las esencias del viejo rnb/soul con la suficiente autenticidad. Siempre bien apoyado en ese magnífico timbre barítono de voz que recuerda a tantas leyendas y grandes figuras del género (Bobby Womack, Bill Whiters o Bobby "Blue" Bland)
Ahora bien, aún cuando su propuesta musical tenga fijada su mirada en el sonido Stax/funk de principios de la década de los setenta, siempre ha sido capaz de aportar a esa nostalgia su propio valor añadido incoporando elementos contemporáneos más propios de sus comienzos en el mundo del hip hop. Back To Love es su sexto trabajo de estudio (el primero con el sello RCA), sin duda uno de sus álbumes más consistentes y acogedores, donde nos propone una variedad de estilos (rock-funk, quiet storm y baladas neosoul) de la mano de una serie de colaboradores (producción y composición) que se han caracterizado por fusionar lo clásico y lo contemporáneo sin mayores complejos. Entre ellos destaca la figura del legendario Kenneth "Babyface" Edmonds.
A pesar de los años transcuridos -y de contadas decepciones en su carrera- el artista conserva pura, auténtica y casi intacta su alma sureña de soul. Ese espíritu único que ni se compra ni se vende, que se tiene o no. Cuando le escuchas cantar comprendes inmediatamente que afortunadamente para todos nosotros Anthony es un artista "calado" de soul hasta los huesos. Back To Love es un gran disco de neosoul que gana con cada escucha, impecablemente producido, lleno a rebosar de color y melodía, una de las grandes alegrías de este año que termina. Imprescindible
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