Hace ya un tiempo, un visitante casual de este espacio se preguntaba que cómo era posible que un blog dedicado a la música soul -y que se subtitula pretenciosamente nothin' but soul, esto lo añado yo- no hubiera dedicado ni una sola línea a Duffy, la que él consideraba reina del soul. La razón de que no figure ni ella ni otras como Adele, tiene una fácil explicación. Básicamente no considero que hagan música soul, al menos tal y como yo entiendo este género. Y ahí está la clave de la cuestión. ¿Qué entiende cada cuál al respecto?
Para centrar el debate, me he decidido a reproducir (parcialmente) este magnífico artículo en el que comparto con Sharon Jones lo que ésta expresa sobre esta manida cuestión. "Desde que Ray Charles, Solomon Burke o Aretha Franklin hicieron del góspel una música profana, el soul siempre ha estado ahí. Nunca murió pero sí evolucionó hacia los sonidos del funk, la disco-music o R&B moderno mientras distintos francotiradores intentaban guardar las esencias, en arreglos básicos o instrumentación determinada. Pero con la eclosión de la fallecida Amy Winehouse, quien grabó Back to Black (2007) en los estudios de Daptone Records con la banda de Sharon Jones, todos los medios volvieron a hablar de nuevo del género que alumbró himnos como "Respect".
A la estela de Winehouse han ido surgiendo distintas voces femeninas, como Duffy, Lilly Allen o Adele, que rápidamente recibieron el calificativo de “nuevas divas del soul”. Jones duda al definirlas: “Se puede decir que son cantantes de música ‘soul’ contemporánea pero no creo que hagan ‘soul’ con los mismos patrones. Está bien que mantengan el ‘soul’ vivo, que lo lleven a otras audiencias pero sí es cierto que es una audiencia del pop y al final el estilo no es igual. Más bien diría que son cantantes de pop”.
Entonces, ¿cuál es la diferencia? “Cuando hablo de ‘soul’ hablo de otro tipo de sentimiento. Sabemos de dónde venimos, conocemos el significado del ‘soul’ y su relación con las personas. No hablamos el lenguaje del pop. No creo que a Charles Bradley o Naomi Shelton se les ocurriría ceder parte de su discurso musical por unos samples o unas bases acordes a lo que pide el mundo del pop. A mí no se me ocurre hacer un ‘tan-tan-tan’ (tararea una especie de sampleado machacón a modo de bases)”, explica la cantante, que sin embargo reconoce su influencia del sonido Filadelfia en la sofisticación en los arreglos y el uso de los vientos –“solo basta escuchar esos 'tanan-tanan-nan' (a modo del comienzo de su canción I learned the hard way)”-.
Con más de medio siglo de vida, de pequeña estatura y figura rechoncha, además de “ser muy negra”, Jones sabe lo que es que una discográfica te rechace por falta de sex-appeal. Su voz es un torbellino en las rápidas y una especie de abrazo espiritual en las lentas pero, evidentemente, sus caderas nada tienen que ver con las de Beyoncé. Tampoco su estilo busca la extravagancia en un negocio abundante de caprichos de un día. “No se puede ser una cantante de ‘soul’ verdadera y al mismo tiempo Lady Gaga”, afirma Jones. “Lo que concierne en el mundo del espectáculo pop a mí no me interesa. Tampoco me interesa ser un ejemplo para el jurado de American Idol”, sentencia.
Suena creíble, como su soul. No es una pose, tan común en el mundo del espectáculo. Hay una anécdota ilustrativa al respecto. En un concierto en Francia, Jones se molestó porque vio carteles que la presentaban como la reina del soul. Unos chicos se acercaron a ella y no pararon de llamarla así. Tuvo que decirles que dejaran de calificarla como reina del soul, ya que la única reina era Aretha Franklin. Eso es respect, como cantaba la propia Franklin. Respeto por la música que defiende y ama. “Música que te hace sentir viva, que sale del corazón”, dice Jones. “Llámalo simplemente ‘soul”, concluye".
Para centrar el debate, me he decidido a reproducir (parcialmente) este magnífico artículo en el que comparto con Sharon Jones lo que ésta expresa sobre esta manida cuestión. "Desde que Ray Charles, Solomon Burke o Aretha Franklin hicieron del góspel una música profana, el soul siempre ha estado ahí. Nunca murió pero sí evolucionó hacia los sonidos del funk, la disco-music o R&B moderno mientras distintos francotiradores intentaban guardar las esencias, en arreglos básicos o instrumentación determinada. Pero con la eclosión de la fallecida Amy Winehouse, quien grabó Back to Black (2007) en los estudios de Daptone Records con la banda de Sharon Jones, todos los medios volvieron a hablar de nuevo del género que alumbró himnos como "Respect".
A la estela de Winehouse han ido surgiendo distintas voces femeninas, como Duffy, Lilly Allen o Adele, que rápidamente recibieron el calificativo de “nuevas divas del soul”. Jones duda al definirlas: “Se puede decir que son cantantes de música ‘soul’ contemporánea pero no creo que hagan ‘soul’ con los mismos patrones. Está bien que mantengan el ‘soul’ vivo, que lo lleven a otras audiencias pero sí es cierto que es una audiencia del pop y al final el estilo no es igual. Más bien diría que son cantantes de pop”.
Entonces, ¿cuál es la diferencia? “Cuando hablo de ‘soul’ hablo de otro tipo de sentimiento. Sabemos de dónde venimos, conocemos el significado del ‘soul’ y su relación con las personas. No hablamos el lenguaje del pop. No creo que a Charles Bradley o Naomi Shelton se les ocurriría ceder parte de su discurso musical por unos samples o unas bases acordes a lo que pide el mundo del pop. A mí no se me ocurre hacer un ‘tan-tan-tan’ (tararea una especie de sampleado machacón a modo de bases)”, explica la cantante, que sin embargo reconoce su influencia del sonido Filadelfia en la sofisticación en los arreglos y el uso de los vientos –“solo basta escuchar esos 'tanan-tanan-nan' (a modo del comienzo de su canción I learned the hard way)”-.
Con más de medio siglo de vida, de pequeña estatura y figura rechoncha, además de “ser muy negra”, Jones sabe lo que es que una discográfica te rechace por falta de sex-appeal. Su voz es un torbellino en las rápidas y una especie de abrazo espiritual en las lentas pero, evidentemente, sus caderas nada tienen que ver con las de Beyoncé. Tampoco su estilo busca la extravagancia en un negocio abundante de caprichos de un día. “No se puede ser una cantante de ‘soul’ verdadera y al mismo tiempo Lady Gaga”, afirma Jones. “Lo que concierne en el mundo del espectáculo pop a mí no me interesa. Tampoco me interesa ser un ejemplo para el jurado de American Idol”, sentencia.
Suena creíble, como su soul. No es una pose, tan común en el mundo del espectáculo. Hay una anécdota ilustrativa al respecto. En un concierto en Francia, Jones se molestó porque vio carteles que la presentaban como la reina del soul. Unos chicos se acercaron a ella y no pararon de llamarla así. Tuvo que decirles que dejaran de calificarla como reina del soul, ya que la única reina era Aretha Franklin. Eso es respect, como cantaba la propia Franklin. Respeto por la música que defiende y ama. “Música que te hace sentir viva, que sale del corazón”, dice Jones. “Llámalo simplemente ‘soul”, concluye".
Título: Sharon Jones, llámalo música del corazón o simplemente soul
Autor: Fernando Navarro | 14 de marzo de 2012
Artículo original publicado en la sección de Cultura de El País.
http://blogs.elpais.com/ruta-norteamericana/2012/03/sharon-jones-ll%C3%A1malo-m%C3%BAsica-del-corazon-o-simplemente-soul.html
7 comentarios :
Completamente de acuerdo con las palabras de Sharon Jones. Llámalo pop pero no lo catalogues como soul, aunque asi podamos entrar en la eterna discusión de lo que es o no es definitivamente auténtico.
Saludos !
Totalmente agree...
Me ha gustado mucho la entrada, la verdad que aunque comparto su opinion la línea a veces es tan difusa.....
Muy de acuerdo! Hablando en plata Sharon Jones! Gracias por la entrada Msoul me ha gustado mucho.
Saludos
El mérito no es mío, sino del gran Fernando navarro. Saludos
algún día -pronto, por dios!- Beyoncé se hartará de ganar dinero, hacer música basura y provocar que sus antepasados se revuelvan en sus tumbas y tal vez volverá a hacer la música que le es propia (remember "cadillac records") y entonces y solo entonces volverá a haber una reina del soul.
Es indudable que Beyoncé tiene una gran voz, como bien esperas llegará un día en el que prime lo artístico por encima de la fama y el éxito comercial inmediato. Saludos visitante anónimo.
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