A pesar de contar con su presencia en el mundo de la música desde la década de los sesenta no le ha sido nada fácil para esta mujer hacerse finalmente visible en el mercado de la música negra. Trabajó como vocalista nada menos que con James Brown, a quien acompañó en sus giras durante 30 años, pero nunca alcanzó la relevancia de otras Soul Sisters como Lyn Collins, Vicki Anderson o la gran Marva Whitney.
Sólo recientemente el público ha descubierto y reconocido la verdadera profundidad de su talento e increíble voz. Tras un irrelevante paso por la música disco en la década de los setenta volvió felizmente al redil del deepfunk colaborando vocalmente con el fabuloso grupo francés Shaolin Temple Defenders. Por fin, el año 2012, asume finalmente un protagonismo central editando el segundo disco de su carrera artística de la mano del reconocido combo británico Speedometer, una fantástica oportunidad de revivir aquellos tiempos de gloria gracias al sello Freestyle Records. Nigún track nuevo, once temas o bien versiones de grandes temas clásicos o de canciones del grupo anteriormente editadas, eso sí muy bien seleccionadas que harán las delicias de cualquier amante del soul, del soul/jazz y del funk. Quizás ahora se entienda menor el título elegido para este álbum que puede considerarse como brillante en todos los sentidos. Un disco pleno de energía y vigor, demasiado cerca de los originales al que yo hubiera pedido un poco más de atrevimiento pero que, en todo caso, te recordará porqué nos gusta la música soul y del que, a buen seguro, el propio padrino se sentiría muy orgulloso y arrepentido por no haberla ayudado nunca a grabar un disco en solitario.
1 comentarios :
Vozarrón!
Lo escucharé con atención! gracias por un nuevo descubrimiento.
Saludos
Publicar un comentario