Bobby Womack: el mundo del soul llora su muerte

Jamás hubiera querido desayunarme con esta noticia, jamás hubiera querido escribir este post, pero uno de los artistas con el que mayor comunión musical he alcanzado nos ha dejado mientras preparaba un nuevo álbum, "The Best Is Yet to Come", en el que se rumoreaba que participarían Stevie Wonder, Rod Stewart y Snoop Dogg. Vaya este post a modo de modesto homenaje y reconocimiento.

El 4 de abril del año 2009 el legendario Bobby Womack fue incluido al fin en el Rock and Roll Hall of Fame, saldando en parte la deuda que teníamos con este nativo de Cleveland, uno de los artistas con mayor impacto en el mundo de la música y con menor reconocimiento de sus méritos que yo recuerde. Su inmenso talento como cantante, compositor, guitarrista y productor no le ha supuesto el lugar que merece en la música soul. Capaz de lo mejor en cualquier estilo: funk, soul, rnb y gospel, Bobby Womack es una figura clave que nos permite entender la transición del gospel de los 50, al soul de los sesenta y al funk de los setenta. Originalmente fue un protegido del mismísimo Sam Cooke que le descubrió cuando aún era un niño y formaba parte de un grupo de gospel The Valentinos junto a distintos miembros de su familia. La leyenda del soul los orientó hacia un sonido más secular, al tiempo que estaban de gira con el gran James Brown y conseguía su primer éxito "Lookin' For a Love". La muerte de Sam Cooke en extrañas circunstancias y la boda con su viuda sólo tres meses después alimentaron una reacción negativa del público que descarriló su carrera artística. Muchos lo veían como un oportunista a la sombra buscando dinero y el legado de Cooke.

Repudiado se refugiará en su faceta de compositor y guitarrista colaborarando con las estrellas más grandes (Wilson Pickett, Aretha Franklin, Sly Stone o los propios Rolling Stones) desdibujándose su carrera como cantante. Sin embargo, entre 1972-1976, apoyado en sus excelentes composiciones, obtuvo por fin fama y éxito con una propuesta alejada del sonido aterciopelado de Detroit o Filadefia triunfantes en aquel momento y más próxima al sonido sureño de Memphis (Aretha o Sam & Dave). Cuando sus adicciones y su incapacidad para adaptarse al nuevo escenario auguraban lo peor, fue capaz de editar el álbum The Poet (1982) donde los amantes del soul de siempre encontraron consuelo a sus penas con temas como "If You Think You're Lonely Now" o "Where Do We Go From Here". Editándose dos años más tarde la segunda parte (The Poet Vol. II). En los últimos 20 años, Bobby ha continuado grabando, aunque de manera esporádica, con buenos trabajos como Back To My Roots (1999) su vuelta al sonido gospel. Así pues, aunque reverenciado por los músicos del rock y del soul, solo atrajo el público amante del soul durante dos etapas muy concretas (1972-76 y 1982-85). En lugar de estar encadenado a un tiempo y un sonido su trabajo incluye todo: desde blaxploitation al más suave pop vocal. Sin embargo, la calidad de su composición y la singularidad de su emotiva voz hacen de él uno de los artistas más importantes soul de todos los tiempos.

Tras batallar contra algún tumor y diagnosticado de Alzheimer, este legendario artista aún tuvo arrestos para volver al duro trabajo de los ensayos, a los extenuantes conciertos, a retomar sus labores de composición e incluso anunciar la edición de un nuevo disco para este año. "Mi médico dice que tengo indicios de Alzheimer. Todavía no es grave pero asegura que va a ir a peor. ¿Cómo puedo haber olvidado canciones compuestas por mi? Resulta muy frustrante", reconocía el músico en la BBC el año pasado. Esa vuelta al trabajo le había devuelto la sonrisa al bueno de Bobby, "I Feel Great", sentenciaba en una reciente entrevista, con una voz ya ajada por los años pero aún ardiente, cruda y apasionada. Bobby es el perfecto cantante de soul porque sin estridencias, sin confundir como tantos cantar con gritar es capaz de transmitir todo el potencial emotivo y la pasión en su voz. Como ya he afirmado en tantas ocasiones, "Los jóvenes enamorados de esta música encontrarán en su extensa obra lo mejor que la música soul puede llegar a ofrecer. El mundo del soul llora su muerte, pero tú aún estás a tiempo: Hazte un favor y pon a Bobby Womack en tu vida, yo ya lo he hecho y soy un poco más feliz". Gracias por todo, te echaré mucho de menos.

AJ and the Jiggawatts - AJ and the Jiggawatts (2014)

Desde que uno escucha los primeros compases de su disco de debut homónimo, puede afirmar que AJ & The Jiggawatts juegan duro a la vez que resultan gamberros y divertidos, dibujando una marcada línea divisoria respecto a la mayoría de artistas del género, en un mundo en el que el soul a medio tiempo permea las ondas. Este combo, el último proyecto de la etiqueta de Nashville G.E.D.Soul Records, golpea más fuerte, más rápido y más contundente que la mayoría de bandas actuales. Nos sirven sobre la mesa una rebanada elaborada de retro funk/rock con notables influencias de James Brown o The Meters.

Los aullidos vocales del cantante AJ Eason fuertemente reverberados (quizás en exceso aunque a cambio le otorgan ese toque retro), acompañados por una banda que le acompaña perfectamente con melódicos altamente sincopados, a una velocidad vertiginosa a la vez que mantienen sobre el escenario una rigidez casi inhumana. Mezcle todos estos elementos en un vaso alto con un poco de rock y ya tienes los ingredientes para degustar un cóctel de crudo soul/funk. Y es que este disco captura el ambiente de una noche de alta energía, una noche salvaje con la banda en la ciudad, transportando al oyente, con sus alegres riffs de guitarra, a los muchos garitos de Memphis empapados en ginebra o bourbon. Afirman tener un segundo álbum preparado, que tiene un ambiente diferente, con mayor protagonismo de la sección de metales, con un papel secundario en este trabajo, que pudiera concretarse en los próximos meses. Por el momento disfrutemos con este su interesante primer trabajo.

Joe - Bridges (2014)

Joe domina el negocio del rnb desde hace más de dos décadas, sin mostrar apenas signos de decadencia, editando con regularidad buen material, repitiendo fórmulas y estructuras: voces cristalinas y sofisticada producción más propia de épocas pasadas que se han convertido en marca de la casa. Sólo un año después del lanzamiento de su aclamado álbum DoubleBack: Evolución de R&B, el artista nativo de Georgia vuelve con Bridges, su undécimo álbum de estudio. El nuevo trabajo incluye “Mary Jane” y “Love & Sex” dos temas presentes en el álbum anterior que en esta ocasión se reeditan como remixes, de la mano de 50 Cent y Kelly Rowland, respectivamente.

Los deiciséis cortes que integran el disco se pueden dividir con manifiesta claridad entre temas uptempo (el pegadizo "Future Teller") y baladas tradicionales en el más puro classic crooning (“Till the Rope Gives Way"). Como siempre, se muestra vocalmente impecable, con ese sedoso timbre tenor que siempre es una garantía de sonar suave y sexy al mismo tiempo. En un mundo musical inmerso un acelerado proceso de cambio continuado, el ofrece certidumbre, estabilidad, confianza y tranquilidad a sus oyentes. Si la fórmula funciona para qué cambiar pensará, en su último disco vuelve a capturar la esencia del estilo que le ha definido como artista y que le ha procurado ventas millonarias y el favor de buena parte del público. Ciertamente, el álbum se hace demasiado largo y plano, le faltan un número mayor de temas destacables que se salgan de la norma. Hay destellos de innovación en el track "Love Sex Hollywood" (Prince) pero por lo demás el álbum es simplemente más de lo mismo. Eso sí, "ese más de lo mismo" sigue siendo mejor que la mayoría del rnb que se edita y se escucha durante todo el año. Estamos ante uno de los artistas más coherentes en el género del rnb de los últimos años, permaneciendo fiel desde sus comienzos en 1993 a una fórmula, a un sonido. No ha pretendido reinventarse continuamente cada poco tiempo como quienes persiguen ser siempre relevantes en un mundo musical en continuo cambio. De esta manera Joe ha mantenido intacto un público fiel -especialmente el femenino- sin tener que cambiar radicalmente su estilo.

Ray Frazier & the Shades Of Madness - Ray Frazier & the Shades Of Madness (2014)

Jazzman Records es uno de esos sellos discográficos a los que tanto debemos los aficionados a la música negra. Ha estado en el negocio desde el año 1998 especializádose en reediciones de artistas y temas tanto en el ámbito del jazz, del soul o del funk. Toda una red mundial de entusiastas coleccionistas, distribuidores e investigadores avalan la reputación de este sello británico por hacer las cosas siempre bien, por el amor que demuestran por la música, por el cuidado que ponen en todos los detalles y por su maldito buen gusto. No es exagerado afirmar que cada nuevo lanzamiento pueda llegar a ser considerado como un objeto de colección por derecho propio.

Últimamente se han mostrado muy activos buscando por todo Estados Unidos propuestas de interés más allá del ámbito del jazz y que felizmente recuperan para el mundo entero. En esta ocasión, el radar detectó su objetivo en el estado de California, resucitando a Ray Frazier & the Shades Of Madness,  uno de los artistas por descubrir en el ámbito del deep funk y el northern soul de los años 50, 60 y 70, cuyo legado apenas si ha sido explorado hasta ahora. Con la personalidad de James Brown tanto en la ética de trabajo como en su presencia en el escenario se llegó a hacer un nombre en la comunidad próspera de L.A. Esta colección de seis temas (seis singles repartidos en tres discos) captura la esencia de este polifacético cantante y compositor (y actor), incluido el single “My Baby’s Hand”, pieza buscadísima por coleccionistas cuyo precio suele ascender a precios de cuatro cifras. Cada uno de los cortes incluidos en esta edición son verdaderas joyas,  todas ellas buena muestra de la enorme dimensión de su herencia a pesar de su corta trayectoria. Por cierto, es de obligada visita consultar el fabuloso catálogo del sello www.jazzmanrecords.co.uk

The Impellers - My Certainty (2014)

El rotor (impeller) del motor a reacción que supone el sonido funk de esta banda británica se ha puesto de nuevo en marcha. El esperado tercer trabajo pone en esta ocasión rumbo hacia nuevos destinos, explorando nuevos territorios, aunque siempre en la órbita del funk. A los mandos de la nave integrada por 10 tripulantes de cabina se encuentra el capitán Glenn Fallows, un experimentado compositor, productor y multiinstrumentista, verdadero alma mater del grupo desde el año 2007.

No hay duda de que el combo de Brigthon pretende reinventar en esta ocasión ese sonido característico de los dos discos anteriores: eran algo así como la versión británica del grupo norteamericano Breakestra. Su seña de identidad ha sido hasta ahora la particular energía con la que interpretan el deepfunk y el soul, apoyados en la infalible y potente voz de la vocalista Clair Witcher. Una banda que se sentía a gusto con la vertiente más sucia del funk y la faceta más cruda y energética del soul. En esta ocasión, nos encontramos con un par de baladas sentimentales, soul folk acústico o un poco de rnb, alejándose notablemente, tanto en el ámbito de la música como de las letras, del planteamiento inequívoco de trabajos anteriores. En definitiva, James Brown sigue estando ahí, pero se difumina en esta fusión entre estilos e influencias retro (Stax, Motown, Atlantic o incluso Chess Records) con otras más modernas (breakbeat, hip hop, broken beat, afrobeat...), obligando a la vocalista a realizar un notable esfuerzo por mantener el tipo en cada estilo. Ellos consideran que se están anticipando al futuro, y nos aseguran de que su nuevo sonido lo podemos considerar como modern funk... Personalmente no me convence demasiado, me llenaba más su anterior apuesta por el dep funk, pero respeto su deseo por avanzar artísticamente. En todo caso siempre encuentras suficientes razones en los magníficos riffs de guitarra, la potente sección rítmica o la estupenda y poderosa voz de Clair como para poder disfrutar de momentos magníficos en un disco que en conjunto quizás no funciona perfectamente pero que al detalle gana valor. Thanks to Jada Willwork4funk

 
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