Soul Train fue mucho más que un programa musical de televisión. Desde su primaria emisión el 17 de Agosto de 1970 a nivel local en Chicago, tuvo una profunda repercusión a nivel político y social que trascendía la simple presentación de cantantes y canciones, ya que por primera vez los adolescentes afroamericanos podían identificarse y tener un sentimiento de pertenencia a una misma comunidad a través de este poderoso medio de comunicación. Posteriormente, cuando la serie se emitió a nivel nacional, también de la mano del pionero productor/presentador Don Cornelius pero ya con sede en Los Ángeles (en los estudios KTTV) su popularidad e influencia cultural sobre los espectadores se hicieron imparables a través de todo el país, convirtiendo a su presentador en toda una celebridad. La era Hollywood había comenzado, la imagen era fundamental. El show siempre comenzaba con unas secuencias animadas en las que aparecía el famoso tren, que también hacía presencia durante la emisión del programa entre una actuación musical y otra a modo de cortinilla. Los famosos bailarines que aparecen en los programas acompañando la actuación del artista de turno debían superar un proceso de selección previo. Era tal su repercusión que se convirtieron en leyendas del streetdance, creando modas y estilos, prohibiéndoles a menudo la productora que participasen en otros programas de televisión.
Don Cornelius fue otro icono del programa, ejerciendo de perfecto anfitrión hasta 1993. Su porte y altura, su voz profunda y su pelo afro ejemplificaban como pocos el incipiente éxito de los movimientos sociales en favor de los derechos de la comunidad negra en la década de los sesenta. Por primera vez, la nación fue capaz de mirar cara a cara un espectáculo que recreaba la típica escena de un dance-club, una fiesta al más puro estilo afro. Pero, en realidad era algo más que una "fiesta", su influencia y concepción iba más allá del baile y la moda. Los artistas eran entrevistados y preguntados no sólo por cuestiones musicales sino también por los problemas de índole social o cultural. Así, cuando James Brown reinvindicó la necesidad de mejorar el acceso de los afroamericanos a la educación universitaria, terminó su show con la incendiaria canción "Say it Loud I’m Black and I’m Proud" y cuando el programa se despedía el propio Don Cornelius levantó su puño en símbolo de la unidad y orgullo negro (ver video aquí)... el mundo ya sabía que éste no era sólo un espectáculo intrascendente sobre música, pasos de baile y moda en el vestir. Después de 35 años de emisión ininterrumpida -todo un récord- y de más de 1.100 programas, la producción de nuevos episodios fue suspendida indefinidamente al finalizar la temporada 2005-2006. No encuentro mejor manera de acabar el post que con la misma famosa frase que utilizaban en el propio show para despedirse "…We wish you love, peace… and SOUL!”
3 comentarios :
Hace una semana que vi el documental sobre este programa en el Festival In Edit, una pasada, la música, los bailarines, las anécdotas,... Un documento histórico!
¿No recordarás el título del documental por casualidad? Un saludo chica hiperactiva, :-)
Es esta:
http://www.in-edit.beefeater.es/webapp/pelicula?peli_id=107
Si consigues verla disfrutarás un montón...
En mi blog comenté las que vi, las 3 de música negra fueron la bomba!
http://enanamyr.blogspot.com/2010/11/mi-semana-inedita.html
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