Este fabuloso artista de Ohio afirma haberse inspirado en una mirada hacia atrás, hacia sus cuarenta años de existencia para componer su último trabajo A New Beginning. Como viene siendo norma en él, su enorme talento le permite firmar los créditos en todos los apartados del disco: desde la composición, producción, arreglos, interpretación hasta los propios instrumentos (a excepción de la batería (Ulf Stricker de Alemania) y el bajo (Agnes Petkute de Holanda). Tamaña versatilidad le permite editar su último álbum incluso en su propio sello discográfico, podríamos afirmar que A New Begining is made in Frank McComb a todos los efectos.
Su sonido podemos definirlo como el resultado de combinar Donny Hathaway y Stevie Wonder e infundir a ese cóctel algunos aspectos de la jazz fusión. Ésta es una música adulta, ninguno de sus trabajos contienen "hits" indicados para las radiofórmulas y el consumo indiscriminado, es imposible escoger favoritos. Merece la pena tomarnos nuestro tiempo para poder degustar cada nota del disco, para disfrutar con esas exhuberantes armonías que crean algo hermoso y sincero desde el principio hasta el fin. Frank es sin duda un excepcional artista, uno de los grandes secretos del negocio musical, libre e independiente para poder desarrollar todo su talento musical pero que paga su peaje siendo incapaz de disponer de una distribución más importante que le permita llegar a más gente, especialmente en su país natal Estados Unidos puesto que es más conocido en Europa. Espero que desde esta humilde tribuna pueda llegar al corazón de más personas como lo hizo conmigo hace diez años con su álbum The Truth.
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