The Buttshakers - Night Shift (2014)

Nigh Shift, el segundo trabajo de este grupo francés tras su EP de debut "Wicked Woman" 2013, puede considerarse como un descendiente directo de la música americana de los años setenta. Un disco editado bajo el sello Copase Disques que pretende hacerse eco de todo el rock, funk y soul de aquellos años explosivos, un álbum realmente lleno del espíritu de libertad y creatividad que entonces se cernía sobre la música.

Las influencias son amplias y diversas, por momentos recuerdan a nuestros The Sweet Vandals o The Excitements, aunque en mi opinión se muestran menos comprometidos con el sonido vintage. Un sexteto liderado por la poderosa y carismática cantante Ciara Thompson, una diva del gospel norteamericana que se incorporó al grupo tras el abandono de la anterior vocalista. Todo un torbenillo sobre el escenario, una especie de alter ego de su paisano Black Joe Lewis. Night Shift nos propone temas más propios del indómito y salvaje funk/rock donde la cantante nos entrega toda su energía y potencia vocal ("Night Shift" o "The Girl Can't Dance") como "Only Your Love", una estupenda balada, canciones más tranquilas y próximas al sonido Motown donde Ciara muestra su lado más encantador, conmovedor y sensual. Apoyada en una sección de metales maquiavélica, una sección rítmica frenética impulsada por esos riffs de guitarras, auténtica medicina contra el reumatismo. Doce temas inspirados en las mejores producciones de la época, un refrescante y divertido retorno a las fuentes del sonido negro convenientemente aderezado con la potencia del rock. Siempre conmovedores y llenos de energía contagiosa The Buttshakers son capaces de arrastrar a cualquier tipo de público: Inspira tanto al amante del rock, los mods, sonido garaje o simplemente todos aquellos amantes de la música soul. Sin duda uno de los grupos más inusuales de la poblada escena europea retrosoul.

George Jackson - The Fame Recordings Vol. 3 (2013)

Muscle Shoals es un pequeña localidad sita en una esquina al noroeste del estado de Alabama, en su apogeo, a mediados de los años setenta, llegó a ser el hogar de hasta ocho estudios de grabación. Entre los cuales se encontraban los legendarios estudios FAME (Florence Alabama Music Enterprises), pioneros en una localidad que se convertiría en deseada meca para los artistas rhythm and blues, rock, pop y country. En su época de esplendor y gloria se respiraba un ambiente único y especial en el número 603 de la calle East Avalon

Hago este recordatorio para referir la edición de la tercera (y en principo última) entrega recopilatoria de temas grabados por el propio George Jackson en aquellos míticos estudios. Un artista venerado en los círculos selectos de amantes del southern soul, mayormente en su faceta como talentoso y prolífico compositor (se le atribuyen más de 300 canciones). Este estupendo álbum recoge hasta 24 tomas originales e inéditas de canciones que el artista grabó junto a the Swampers (y sus sucesores The Fame Gang). Aunque hay un puñado de canciones familiares por las versiones que en su momento hicieran otros grandes artistas, a diferencia de los dos recopilatorios anteriores, la mayoría de los cortes, auténticas joyas, fueron grabadas únicamente por George. Todos seguramente habrían sido éxitos y podrían haber hecho de él una estrella de nivel similar a sus pares si no hubiera primado la labor de compositor por encima de su faceta como intéprete de sus propios temas. Una pena porque era también un estupendo cantante. La muerte inesperada de George Jackson hace poco más de un año nos dejó un poco más huérfanos, ese día, el Southern Soul perdió a uno de sus hijos más talentosos y a uno de los hombres que hicieron de Fame Recordings una de los más grandes marcas de la historia. Afortunadamente estos discos nos proporcionan todo un arsenal de canciones dignas de ser recordadas y que permiten mantener vivo el nombre de este héroe perdido para la causa. Resulta difícil comprender como no tuvo un mayor éxito con tanta música de una calidad excepcional. Repasar su discografía es verdaderamente emocionante. Házte un favor, pon a George Jackson en tu vida

Curtis Harding - Soul Power (2014)

El hecho de que sea el sello angelino Burger Records, especializado en garage punk y rock, quien haya editado este disco a principios de este mes, solo nos da una idea más bien engañosa del tipo de propuesta ante la que nos encontramos. Ciertamente hay cortes en el disco ("Drive My Car") y arreglos instrumentales claramente alejados del planteamiento de este espacio musical. También es cierto que el álbum se mantiene a un ritmo upbeat constante, pero Curtis sabe en todo momento aprovechar el viejo soul del pasado sin pretender imitar ni mucho menos pisotearlo, engranando el espíritu de la música negra de ayer con la realidad de hoy.

Su álbum de debut se inicia a una velocidad más lenta, con letras sinceras y voces más calmadas y dulces ("Castaway" y "Next Time"), para luego, de repente, transitar hacia la parte más indómita del disco, repleta de un ritmo estimulante apoyado en esa voz ronca, potente e incluso bravucona. Su fraseo es cálido, flexible y expresivo sin hundirse en la vocalización frenética e histérica que domina el rnb del siglo XXI. Hay una conexión personal y un evidente homenaje a algunas de sus influencias: BB King, Otis Redding, Sam Cooke y Bo Diddley, las líneas entre el soul, el blues, rock y RnB están difuminadas entre tanta presencia de las guitarras. Son a menudo solo matices, más una sensación que una forma, dándole al álbum en general uno de los sonidos más cohesivos del año... ello en último término explicaría su presencia en este espacio. Cada canción en el álbum te puede resultar familiar, pero su gran acierto ha sido hacerlo nuevo y emocionante. En momentos en que los hipsters han descubierto retro-soul, el disco de debut de Curtis es un soplo de aire fresco: talento, frescura de un artista, a pesar de que el sonido de estas canciones nos remontan a décadas pasadas no pretende reproducir servilmente el pasado. En definitiva Soul Power es un título muy apropiado, nos propone un sonido único, ecléctico y fresco que captura el espíritu del rnb de siempre Después de haber trabajado con OutKast y Cee Lo Green parece haber encontrado un nicho de mercado entre el pop, rock y el viejo rnb casi inexistente en la actualidad.

Mr. President - Hips Shaking (2014)

Mr. President es el alter ego del proyecto funk de Bruno "Patchworks" Hovart, productor y multinstrumentista francés. Y es que al parecer este bajista y guitarrista se encuentra más cómodo escondiendo todo su talento detrás de un seudónimo. A todos nos sorprendió muy agradablemente su primer trabajo Number One (2011), en esta ocasión redobla su apuesta y como muy bien indica su nombre, el disco indudablemente te hará mover las caderas.

Nueve canciones en total henchidas con aquellos riffs maravillosos de guitarra que te recuerdan la época dorada de la música disco-funk de los años setenta y ochenta como ya nos adelanta el propio título del álbum. Pero en esta ocasión ofrece algo más, ampliando la gama de sonidos respecto a su trabajo anterior, especialmente hacia el mundo del pop, electrónica y dando pasos hacia adelante mediante una producción más elaborada de la sección de metales y cuerda. En definitiva, sonido auténtico pero con un enfoque más moderno. Con la excepción de algunos temas dance quizás redundantes, Hips Shaking aún atesora el suficiente talento y calidad para que los devotos más fanáticos del funk puedan estar cómodos con el álbum, sin reproches de gran importancia ante la gran ejecución del artista. Un disco que es un verdadero regalo para quién lo sepa apreciar y que puede ocupar en tu colección un lugar preferente en tus estanterías entre tus discos de Roy Ayers, Isaac Hayes, Curtis Mayfield, MFSB o The Isley Brothers.


Third Coast Kings - West Grand Boulevard (2014)

Antes de convertirse en un páramo post-industrial en bancarrota financiera, la ciudad de Detroit era famosa por dos cosas: ser un centro tanto para la fabricación en masa de automóviles (Motor City) como para la producción masiva de la música soul y el funk (Motown). La carretera de West Grand Boulevard atraviesa la ciudad (como se puede comprobar en la portada del disco) y ahora sirve de inspiración para el nombre del segundo larga duración de esta banda.

Grabado en la ciudad norteamericana de Michigan con toda la banda completa en una habitación, haciendo uso de una cantidad mínima de efectos o procesamiento de la voz y los instrumentos, de la mano del muy respetado productor de funk Nate Goldentone (The Liberators, Dojo Cuts), West Grand Boulevard es el esperado nuevo álbum de uno de los mejores combo de funk actuales. Su álbum homónimo de debut (el nombre de la banda hace referencia a los Grandes Lagos de Detroit, de donde son oriundos) impresionó a las huestes más puristas, obsesionados como están con capturar de la mejor posible la esencia más cruda y auténtica de la música. Ahora los chicos están de vuelta, de nuevo del fabuloso sello Record Kicks, con una misión: portar la antorcha de la herencia de ese deep funk apretado por todo el planeta viajando en el tiempo hasta la década de los sesenta y setenta.

Ellos conforman una banda poderosa, sólidos como conjunto (bajo, metales, sección rítmica) pero también brillantes en el plano individual. De hecho, son en los números instrumentales en los que la banda suena más a gusto, pero también nos ofrecen interesantes cortes vocales de la mano nuevamente de los competentes vocalistas Sean Ike y Michelle Camilleri que aportan ese toque soul que le viene muy bien al trabajo. El material original contiene sobredosis incendiarias y explosivas de retro-funk, soul y rnb (con incursiones hacia los territorios del jazz) con una energía, entusiasmo e inteligencia acordes a su prometedora carrera. El disco tendría que incluir una etiqueta en la que advirtiera al comprador que se requiere estar en plena forma para poder aguantar la subida de adrenalina que procura desde la primera nota hasta la última, un trabajo realmente agotador para el oyente. La espera ha terminado, el álbum rezuma energía e imaginación, honrando a sus evidentes influencias mientras suena fresco, vivo y divertido. Thanks to Jada WillWorkForFunk

Incognito - Amplified Soul (2014)

Si uno piensa en algunos de los grupos más consistentes de la últimas décadas en el mundo de la música no puede dejar de considerar la candidatura de este formidable grupo británico, independientemente de los gustos que tenga cada cual. Liderados por el prolífico Jean-Paul “Bluey” Maunick, verdadera alma mater, esta legendaria banda de acidjazz celebra su 35 aniversario entre nosotros de la mejor forma posible: editando un nuevo disco, Amplified Soul, su decimosexto álbum de estudio.

Quienes visitan este espacio desde hace tiempo, saben muy bien que este icónico grupo es una de mis mayores y reconocidas debilidades, que hubo un antes y un después en mi vida (musical) tras escuchar su fabuloso álbum Positivity (1993). Creo que ya desnudé mis sentimientos y la gratitud que les profeso en anteriores entradas... a ellas me remito en esta ocasión, no quiero resultar cansino. Su nuevo trabajo, editado esta misma semana, no es sino otra muestra más de todo el talento que atesora este auténtico visionario del mundo de la música, toda una celebración generosa (incluye 16 temas) y festiva de la música. Y es que Maunick sigue avanzando sin inmutarse con el poderoso sonido de la banda. Su demostrado talento como compositor y productor siempre ha sabido rodearlo de un elenco de vocalistas capaces y eficaces (en esta ocasión repiten Vanessa Haynes y Tony Momrelle, bien acompañados por Katie Leona, la joven Chiara Hunter, junto con las aportaciones puntuales de Deborah Bond, Carlene Anderson e Imaani).

Por momentos, el álbum evoca al sonido de los setenta (Stevie Wonder), nos recuerda puntualmente a Erykah Badu o incluso a Pharrell Williams en alguno de los cortes, tal es su diversidad y riqueza, pero indudablemente suenan a... Incognito. Han pasado más de tres décadas y fiables como siempre su sonido sigue siendo un seguro de vida, auténticamente reconocible, marca de la casa, tan actual como el primer día. Aunque quizás le falte un tema estrella más allá del pegadizo primer single, la verdad es que el álbum está lleno de momentos memorables, de melodías con gancho suficiente o de voces brillantes y seductoras (particularmente acertados Vanessa y Tony). Canciones uptempo, baladas, temas instrumentales, fantásticas voces, buenas composiciones, elegantes arreglos, cuidada producción, ese fantástico mestizaje de jazz, funk, soul, dance, rnb, ritmos latinos... ¿Hay quién de más? Hay amores para toda la vida... Es evidente que no es el mejor trabajo de su larga trayectoria pero mi idilio musical con esta fabulosa banda británica supera las tres décadas y se mantiene desde entonces prácticamente intacto.


Gil Scott-Heron - Nothing New (2014)

El pasado 19 de abril, coincidiendo con el Record Store Day, se editaba una edición limitada de 3.000 copias de este disco, disponible sólo en formato vinilo. Sin duda, una buena manera de conmemorar el día y de recordar la figura de este poeta-músico y de todo su legado, particularmente importante en el mundo del rap y el hip hop.  Gil escribió poemas que sonaban a canciones y grabó canciones que se basaban en sus poemas y escritos. Para muchos se convirtió en un héroe, sobre todo por su comprometido activismo político-social.  

Y es que en su obra la rabia era una constante, una rabia bella, una ira apasionada, a menudo torpe, triste, pero siempre conmovedora. Ese era su estado de ánimo generalizado, el tema y la sensación que te queda escuchando su obra. Nothing New es el título acordado por el sello discográfico XL Recordings para este álbum póstumo del artista nativo de Chicago en el que se recogen un total de diez temas, todas ellas grabaciones realizadas entre 2005 y 2009 junto al productor y dueño de la discográfica Richard Russell. Así pues, como reza el tíulo del trabajo, no hay ningún tema nuevo, son versiones de una selección de canciones editadas durante el periodo comprendido entre 1971 (Pieces of a Man) y 1994 (The Other Side), haciéndose acompañar su voz únicamente por un piano. Un cierre hermoso para una carrera musical brillante. La voz de Gil se muestra ya rota, de hecho, su propio cuerpo acusaba los efectos de una enfermedad que le acosaba durante dos décadas, y es que paradójicamente había sucumbido a los demonios respecto de los cuales nos había advertido a lo largo de su vida. No obstante sus palabras aún resuenan profundamente sobre nosotros, desollando sus canciones hasta el hueso como sólo él era capaz de lograr. Le debía una entrada al bueno de Gil, la deuda está saldada.

Laura Rain & the Caesars - Electrified (2013)

Esta banda formada hace un par de años y con sede en Detroit nos propone una mezcla de soul y blues única, liderada por la voz carismática y ardiente de la cantante. Su interesante trabajo de debut contiene guiños al Memphis Soul, Chicago Blues o Motown Funk pero desde una perspectiva o enfoque moderno. El productor/guitarrista George Friend -quien ha coescrito junto a Laura los diez temas- se ha convertido en el cómplice perfecto (junto a la banda), en el necesario catalizador para su estilo y poderío vocal desenfrenado, a pesar de la formación clásica de esta diva en ciernes.

Su faceta más soulera nos recuerda a Aretha Franklin, sus inflexiones de blues traen a la memoria a Etta James, Chaka Khan se aparece en los momentos más funky del disco. La verdad es que tienen una rara habilidad para evocar durante los 47 minutos el soul, el funk, el rnb de los años sesenta y setenta, mientras que al mismo tiempo suena totalmente bluesy y rocky. Es evidente que aún está tratando de forjar su propio estilo y personalidad, no obstante todo está en su sitio y realmente funciona porque el trabajo rebosa honestidad, autenticidad, vitalidad y frescura. El sello cálido y elegante de la cantante, la convierte en una estupenda maestra de ceremonias inundando el álbum con su talento y su carisma junto a la auténtica declinación blues y rnb en la guitarra de George. El trabajo dista de ser excelso, debe mejorar en el apartado de la producción y la composición, pero no cabe duda de que exuda energía positiva por todos sus poros y que la espectacular voz de Laura compensa otras evidentes carencias, así que la fotografía de la portada es una auténtica metáfora visual, un resumen bastante exacto de lo que te vas a encontrar en este álbum.

Natalia M. King - Soulblazz (2014)

"Al césar lo que es del césar" reza la expresión popular. Y es que todo el mérito del descubrimiento de esta pequeña joya recae en mi compañero Rafa -autor del estupendo blog Rock & Soul-, fue él quien me puso tras su pista. Natalia M. King es una neoyorquina de origen dominicano, aunque residente en Francia, también conocida Lady Child. Una de esas artistas íntegras, de raza, que incorpora en sus genes todo el legado de la música negra, toda esa identidad que se advierte tanto en el ritmo como en la pasión de su obra.

Ha necesitado casi una década para romper su silencio desde que se publicara su tercer trabajo Flesh is Speaking (2005). Su último álbum, editado en el sello Jazzvillage, es un rara habilis de la escena actual. Grabado "en vivo" en el estudio, a la vieja usanza, con el que se propone seducirnos con la calidez de los instrumentos -sin artificios electrónicos- y su privilegiada voz. Un sonido primitivo en el que su maravilloso instrumento vocal adquiere todo el protagonismo, evocándonos sonidos y estructuras más propios de la década de los cuarenta o cincuenta. Todo ello, tal y como sugiere el original título del disco, irrigado por la espiritualidad del soul, la intensidad del blues y la estética del jazz, aunque apoyada siempre en ese pasado rockero que no se separa tan fácilmente de ella. Un disco íntimo y hermoso, que mira más hacia dentro que hacia afuera, todo un ejercicio de originalidad, audacia y libertad, valores todos ellos muy escasos en estos días en los que triunfan los cantantes prefabricados. Que nadie pretenda escuchar en este disco melodías pegadizas fáciles de digerir, no es música hecha para el consumo de masas. Natalia se convierte de esta manera en una alternativa más que saludable para nuestros oídos, un soplo de aire fresco que te reconcilia con la esencia, con el verdadero ser de la música. Si buscas autenticidad y emoción sin duda ésta es una opción a tener muy en cuenta.

Eli Paperboy Reed - Nights Like This (2014)

Tengo que confesaros que no se por donde empezar la review de este disco, lo que tengo muy claro es que me pueden las ganas por terminarla ya, quizás lo mejor es que no lo hubiera intentado. "Me lo temía"... ummm si, podría ser un buen comienzo. Y es que hace unas semanas cuando escuché el adelanto de algunos temas del último trabajo del artista nativo de Boston ya se atisbaba lo que estaba perpetrando junto con su colaborador habitual Ryan Sparker y de la mano de su nueva casa discográfica Warner.

Aunque en "Come and Get It" (2010) ya mostraba una cara más comercial que en el magnífico "Roll With You" (2008), sinceramente creo que nadie podía adivinar este desenlace de los acontecimientos. Tras el éxito de su anterior disco y una gira de dos años ha decidido dar una vuelta de tuerca a su personal sonido. "No quiero pasarme el resto de mi vida haciendo el mismo disco. He buscado cambiar sin abandonar lo que sentía, por lo que era lícito que experimentara con estos cambios" afirmaba recientemente en una entrevista. Nada que objetar,  por supuesto que cada artista puede decidir hacer con su carrera lo que estime más oportuno, incluido un cambio radical de estilo. Pero resulta absolutamente decepcionante ese vulgar, mediocre y burdo intento por ganarse al gran público, esas ganas por convertirse en el nuevo Bruno Mars. No es fácilmente digerible que quien sacudiera la escena musical soulera con su voz, estilo y baile se haya dejado embaucar de tal manera por el brillante sonido electrónico (a cambio desaparece la sección de metales) y se haya visto poseído por el espíritu del pop (necesitamos con urgencia un exorcismo). Ojalá te vaya bonito Eli -y si no es así- me gustaría que volvieras al redil soulero porque sinceramente no me hago a la idea de acudir a uno de tus conciertos con semejante mutación, sería pura esquizofrenia para mis oídos que alternaras temas de tu último disco con los anteriores. Si finalmente no es así, y te quedas por otras tierras, gracias por tantos y tan buenos momentos, sabes que en este país tienes muy buenos amigos, fue bonito mientras duró.

 
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