Este nativo de Cleveland es uno de los artistas con mayor impacto en el mundo de la música y con menor reconocimiento de sus méritos que yo recuerde. Su inmenso talento como cantante, compositor, guitarrista y productor no le ha supuesto el lugar que merece. Él es el perfecto cantante de soul porque sin ninguna estridencia, sin tener que gritar nos transmite todo el potencial emotivo y la pasión en su voz. No obstante, solo atrajo el público amante del soul durante dos etapas muy concretas (1972-76 y 1982-85) porque en lugar de estar encadenado a un tiempo y un sonido único su trabajo incluyó todo: desde blaxploitation al más suave pop vocal.
Después de más de 18 años sin grabar nuevo material, esta leyenda de la música negra editará su nuevo álbum el próximo 11 de junio, en plena fase de recuperación tras haber superado con éxito una operación para extirparle un tumor que felizmente ha resultado estar libre de células cancerígenas. Cosas del destino ya obra entre mis manos, grabado a finales del pasado año en tres sesiones bajo la producción de Damon Albarn y Richard Russell su singular timbre de voz vuelve a alzarse tantos años después en esta colección de once temas (junto a Lana del Rey y Fatoumata Diawara en un par de canciones).
Un álbum en el que Bobby parece haber disfrutado la oportunidad de hacer algo moderno y original, abierto a nuevas ideas apostando por el uso de sonidos y técnicas inusuales. Una voz que suena agobiada por las preocupaciones, seguro no es el álbum con el que soñaba un devoto del artista como yo pero no obstante insisto en recomendar a los jóvenes enamorados de esta música la escucha de su extensa obra, especialmente en los dos periodos referidos, lo mejor que la música soul puede llegar a ofrecer. Incluso si no disfrutas con su música, la sóla lectura de su biografía personal y profesional resulta fascinante, sin duda exhibe uno de los curriculums vitae más interesantes de la historia de la música. En todo caso, la voz de Bobby tiene tanta alma que cómo se ha indicado en alguna ocasión sería capaz de emocionarnos con sólo recitar la guía telefónica. Hazte un favor y pon a Bobby Womack (y sus imponentes gafas de sol) en tu vida, yo ya lo he hecho y soy un poco más feliz.
4 comentarios :
Que ganas tengo de hincarle el diente a este disco.Lo que he escuchado hasta ahora no está nada mal, aunque con esa voz y la facilidad de Damon Albarn para crear sugerentes atmósferas y melodías creo que Womack podria ser de nuevo un talento vocal en alza como en los lejanos 80 cuando reapareció con aquel The Poet. Aunque eso si, yo me sigo quedando con aquellas maravillas del soul de los 60 y 70 que incluyó en sus primeros discos, My prescription, Understanding y Communication, imprescindibles para todo amante del soul.
Cuanta vida tiene esa voz. Esa voz sale de alma. Me parece muy interesante y de muy buen gusto musical tu blog. Lo seguiré.
http://eseinstantefugaz.blogspot.com.es/
El concepto del disco no me acaba de convencer pero imposible resistir a la seducción de su voz. Pure soul. Saludos Mr Pleasant
Muy amable eseinstantefugaz. me daré una vuelta por el tuyo. Bienvenido y saludos
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