La pasada primavera, la propia Sharon Jones nos estremeció a todos cuando emitió un comunicado en el que anunciaba que padecía un cáncer en el conducto biliar, suspendía sine díe todos los conciertos y el lanzamiento de su quinto trabajo previsto inicialmente para el pasado agosto. La cirugía y el tratamiento de quimioterapia parecen haber dado esperanzadores resultados, todos suspiramos de alivio...Y es que al fin de al cabo, Sharon también es humana y, como tal, no tiene control sobre su propio destino.
Así que el el disco se ha editado finalmente esta misma semana e incluso se anuncia el comienzo de una completa gira con su maravillosa banda por toda la geografía de Estados Unidos que en mayo dará el salto a Europa. Nueva y acertadamente producido por el bajista Bosco Mann "Give The People What They Want" nos ofrece todo un amplio abanico de estilos vintage-soul que van desde los metales de la Stax, los riffs de Joe Tex o el sonido de la Motown, y, por supuesto, que no falte nuestra dosis de southern funky/soul. Al final, todas esas influencias se desvanecen ante la desafiante, exhuberante voz de Sharon y su rítmico pavoneo. La sección de metales sigue siendo fundamental para elaborar ese sonido característico, aunque en este disco se enriquece añadiendo congas y timbales y unas acertadas backup singers. No creo que sea el mejor de los trabajos editados por el grupo hasta la fecha, quizás está demasiado escorado hacia el sonido Motown para mi gusto. Aún así, supera sin dificultad la media de calidad que nos ofrece el mercado actual.
Así que el el disco se ha editado finalmente esta misma semana e incluso se anuncia el comienzo de una completa gira con su maravillosa banda por toda la geografía de Estados Unidos que en mayo dará el salto a Europa. Nueva y acertadamente producido por el bajista Bosco Mann "Give The People What They Want" nos ofrece todo un amplio abanico de estilos vintage-soul que van desde los metales de la Stax, los riffs de Joe Tex o el sonido de la Motown, y, por supuesto, que no falte nuestra dosis de southern funky/soul. Al final, todas esas influencias se desvanecen ante la desafiante, exhuberante voz de Sharon y su rítmico pavoneo. La sección de metales sigue siendo fundamental para elaborar ese sonido característico, aunque en este disco se enriquece añadiendo congas y timbales y unas acertadas backup singers. No creo que sea el mejor de los trabajos editados por el grupo hasta la fecha, quizás está demasiado escorado hacia el sonido Motown para mi gusto. Aún así, supera sin dificultad la media de calidad que nos ofrece el mercado actual.
Y es que una vez más, la voz y los instrumentos se unen para formar algo que realmente conmueve e inspira, otro guiño más a la historia de la música. A diferencia de algunos de los "renovadores", en un mercado que empieza a estar saturado últimamente, la nativa de Georgia ha estado ahí desde hace tres décadas. Es una vocalista portentosa que -como en el caso de Charles Bradley- sin gancho físico mediático y después de estar años y años cantando, sin ningún hit mediático en las radio fórmulas, por fin les ha llegado el éxito y el reconocimiento general. No resulta fácil renunciar a otra ración de su poderosa voz junto con esta fabulosa banda que juntos vuelven a demostrar que ocupan actualmente y sin discusión el trono en la escena del gran soul clásico. Qué bueno es tenerla de vuelta con todos nosotros. God Save The Queen!.
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