Desde Berlín nos llega el disco de debut de esta banda integrada nada menos que por tres vocalistas y hasta ocho músicos que se suman a la miriada de grupos que en los últimos años han surgido en torno a la resurreción del viejo soul. En esta ocasión la propuesta no se aproxima al deepfunk, al sonido Stax o Motown sino que se muestran claramente inspirados por aquel Northern Soul de los años sesenta y principios de los setenta.
Este inopinado grupo alemán han producido un álbum atemporal integrado por doce canciones originales de melodías reconocibles y pegadizas (por cierto, algo cada vez más difícil de encontrar hoy en día) cuyas evidentes influencias he comentado anteriormente. El sello Waterfall Records ha editado un trabajo anclado en un sonido antiguo convenientemente actualizado con el ánimo de evitar que el disco se convierta en una burda copia de aquellos tiempos. La apuesta por el concepto clásico de grupo de chicas (Julia, Amelie y Katharina, son al mismo tiempo la imagen corporativa de la banda) se encuengtra muy alejada del descaro que mostraban las Marvelettes o del glamour de las Supremes. En todo caso rezuman encanto, vitalidad y los bolsillos lleno de soul (como reza el título del disco), no pretenden nada más, suficientes para desterrar el estrés de la rutina diaria, evadirte de todo y de todos y se te abra una sonrisa mientras pulsas confiado el botón repeat de tu equipo de música.
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