En los últimos años nos llegan desde Holanda interesantes y muy diversas propuestas en lo que a música soul se refiere. No sé, me vienen en este momento a la memoria cantantes como Giovanca, Sabrina Starke, Wouter Hamel, etc. Ahora otro nombre más viene a engrosar esa lista y elevar el nivel de manera notable: Shirma Rouse. En efecto, el pasado mes de abril editó su disco de debut, Chocolate Coates Dreams, la culminación de esa pasión por la música que comenzó cuando sólo era una niña en las Antillas Holandesas, su lugar de nacimiento.Una pasión que la conduciría al otro lado del oceáno en busca de un sueño. Ahora con más de 10 años en la industria de la música y habiendo trabajado siempre para los demás, finalmente ha conseguido una oportunidad para esa magnífica voz. Un sueño hecho realidad. El álbum consta de doce canciones co-escritas junto con Salle de Jonge y Bas van der Wal que básicamente nos proponen una vuelta al sonido Motown de los años setenta. Suena cálido y conmovedor ese jazz, soul y funk de siempre demostrando a muchos pseudocantantes del retrosoul cómo se deben hacer las cosas y que promete regalar grandes momentos a todos aquellos oídos y caderas ávidos de que la música entre como un ciclón en su mente, cuerpo y alma.
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